Aunque presentó pruebas de su coartada contra la acusación por el crimen de Jonatan "Bam Bam" Funes, seguirá preso el exlíder de la barra brava de Newell's Old Boys, Emiliano "Jija" Avejera. El joven de 26 años está detenido desde septiembre pasado, cuando fue encontrado en Córdoba,  sindicado como autor del homicidio de uno de los hermanos del clan Funes, enemistados con los Caminos. En la audiencia de ayer, la defensa insistió con que la versión de Brisa Amaral -única testigo y condenada a 3 años por asociación ilícita- no es creíble. Al mismo tiempo, reiteró que el acusado -quien dijo trabajar con su padre en el reciclado de baterías- estuvo en el barrio de Saavedra, en Capital Federal, donde fue a ver el carnaval con una familia amiga. Si bien presentó los tickets del peaje de regreso, con fecha del 6 de febrero de 2018 -un día después del hecho-, el fiscal Ademar Bianchini planteó que puede ser cualquier auto el que pasó por allí, porque esos datos no figuran. También dijo que no se vio su Mercedes Benz en las cámaras. La jueza María Chiabrera le dio la razón al funcionario judicial y ordenó mantener la prisión preventiva efectiva.

La audiencia de ayer fue pedida por la defensa del imputado, tras 90 días de prisión preventiva. José Alcacer criticó que la única prueba con la que cuenta la Fiscalía es el testimonio de Brisa, quien viajaba con Funes cuando fue asesinado a la salida de la cárcel de Piñero, donde fue a ver a sus hermanos, detenidos por asociación ilícita y homicidios, el 5 de febrero pasado. "Demostró ser una manipuladora", dijo el letrado y cuestionó que haya acusado a tres personas, en diferentes declaraciones. Es que en la causa hay otros dos sindicados. Fiscalía aclaró que el testimonio de la joven coincide en su totalidad con el resto de la evidencia.

El crimen de Funes se enmarca en una serie de enfrentamientos de las dos familias de la zona sur (Caminos y Funes). En su acusación, hace cuatro meses, el fiscal Florentino Malaponte acusó a Jija por los delitos de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego y calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, portación ilegítima de arma de fuego de guerra y encubrimiento doblemente agravado por el ánimo de lucro y por tratarse de un delito grave", que prevén una pena de prisión perpetua.

El hecho ocurrió en el cruce de las rutas 14 y A012. Ese lunes era día de visita en la cárcel de Piñero. Jonatan fue hasta allí a ver a Alan y Lautaro, presos bajo la sospecha de liderar una banda que responde a René Ungaro, uno de los condenados por el crimen del exjefe del paravalancha rojinegro, Roberto "Pimpi" Caminos.

"Bam Bam" iba en un Audi A3 negro acompañado por Brisa, quien declaró en la causa como testigo de identidad reservada; pese a que luego fue detenida cuando otros fiscales que investigaban a los Funes entendió que tras la muerte y detención de los líderes, ella ocupó un puesto de relevancia.

Según pudo reconstruir la Fiscalía, dos sujetos viajaban adelante y uno atrás de la Ford EcoSport que se le cruzó a Jonatan. La persona que iba en el asiento del acompañante disparó dos veces al Audi. Aunque Jonatan intentó escapar y empezó a correr, el acusado que iba en el asiento trasero se bajó y le disparó varias veces. Esa persona le dijo a Brisa que la dejaban viva para que contara lo que pasó.

La versión de la joven de 18 años indica que Enrique Adrián "Cable" Solís -preso en esta causa- manejaba la camioneta; que en el asiento del acompañante viajaba Damián "Colombiano" Chávez, detenido desde julio; y en el asiento trasero iba "Jija", quien persiguió a Funes y le dio los disparos mortales.

Sin embargo, para la defensa, no alcanza con la versión de la chica a quien le achacó tener intereses en que su cliente sea juzgado como el autor del crimen. En ese sentido, dio a conocer los elementos para dar cuenta que Avejera viajó a Buenos Aires, con su hija y su pareja, el 2 de febrero y regresó el 6. En otro auto, dijo, iba una pareja de amigos con su hija. Además, dijo que el carnaval fue a las 4AM del 5 de febrero; pero el fiscal Bianchini aclaró que el crimen fue 10 horas después, y que tuvo tiempo de llegar a Rosario.

La defensa también negó que el apodo de su cliente sea "Jija", y dijo que no pertenece a la barrabrava y que "ni siquiera va a la cancha". Sin embargo, el fiscal lo ubicó con personas asiduas al club.