El Ministerio de Producción y Trabajo no consigue impulsar la flexibilización en las condiciones laborales del sector textil. La pretensión oficial es incorporar un fondo de cese laboral, un banco de horas en los convenios y cláusulas de productividad en colectivos vinculados a la actividad. A pesar del entusiasmo que despertó entre las cámaras empresarias, la propuesta del secretario de Trabajo, Lucas Aparicio, fue desestimada ayer por los gremios. El revés tuvo lugar ayer durante un encuentro que mantuvieron cámaras, sindicatos y funcionarios en Producción y Trabajo. El próximo martes volverán a reunirse para evaluar alternativas para la profunda crisis que atraviesa esa industria.
Los instrumentos propuestos a cámaras empresarias y sindicatos por la Secretaría de Trabajo estaban previstos en el anteproyecto de reforma presentado por el Poder Ejecutivo a finales de 2017. El paquete inspirado en la brutal reforma brasileña no logró avanzar en el Congreso. Tampoco consiguió prosperar en la negociación con los textiles.
Ayer, durante una reunión de dos horas, las propuestas de Aparicio fueron reemplazadas por sugerencias empresarias para fraccionar el pago de aguinaldos o desdoblar vacaciones. La urgencia laboral y salarial inclina a los sindicatos a analizar las propuestas del gobierno pero cuestionan que la flexibilización laboral permita frenar el cierre de fábricas. Los abogados laboralistas advierten que los cambios sugeridos no pueden aplicarse a través de un decreto de necesidad y urgencia.