El gobernador Miguel Lifschitz participó ayer de la reunión entre el presidente Mauricio Macri y los gobernadores de las provincias afectadas por las inundaciones. Participaron también los mandatarios de Chaco, Domingo Peppo; el de Entre Ríos, Gustavo Bordet; y el de Corrientes, Gustavo Valdés. Tras el encuentro, Lifschitz ponderó la "voluntad" del gobierno nacional manifestada al declarar la emergencia hídrica nacional, subrayó que hay 500 mil hectáreas afectadas en Santa Fe y dijo que es "imposible" reparar el daño económico causado, al tiempo que consideró "va a ser difícil volver a recuperar y mantener en funcionamiento las economías regionales".

El mandatario santafesino detalló los alcances del decreto firmado por el gobierno, que significa "el diferimiento de vencimiento de impuestos, también de compromisos con el Banco Nación, de créditos y de otro tipo de deudas con el Banco Nación o con Afip". En el caso del organismo recaudador, se plantea "la refinanciación de deudas por 48 meses". Otras de las medidas que incluye la emergencia hídrica son microcréditos para pequeños productores, y créditos más importantes con tasas subsidiadas a la mitad. "Estas fueron las propuestas más importantes y continuar el trabajo que ya las provincias veníamos haciendo con el área de Asuntos Hídricos del Ministerio del Interior para coordinar el desarrollo y la financiación de algunas obras que son importantes para cada una de las provincias", dijo Lifschitz tras la reunión.

Durante el encuentro, los gobernadores plantearon la situación de cada una de las provincias y escucharon las propuestas del gobierno nacional. "Fue una reunión técnica, sobre las inundaciones y el impacto que tiene sobre las ciudades, los cascos urbanos en las cuatro provincias y también el impacto productivo, poque en el caso de Santa Fe tenemos más de 500 mil hectáreas bajo agua en todo el norte de la provincia, es una zona agrícolo-ganadera muy importante. Gran parte de esa producción se está perdiendo, por lo cual va a ser difícil volver a recuperar y mantener en funcionamiento las economías regionales", dijo Lifschitz.

Sobre los tiempos estimados para recuperar producción, el mandatario puntualizó que "para el sector agropecuario es entre seis meses y un año, en la medida que el tiempo acompañe, porque implica volver a sembrar y esperar la próxima cosecha. En cambio, para la ganadería, cuando se han perdido animales, como ha ocurrido en muchos casos el tiempo es mayor. El impacto sobre las economías regionales es alto".

Sobre el fondo de emergencia de 500 millones que se va a distribuir entre las zonas afectadas, la prensa le recordó a Lifschitz que el sector productivo lo considera insuficiente. "Reparar la pérdida económica es imposible, son miles de millones de pesos los que se pierden, lo que se puede procurar es darle el envión, el financiamiento, la asistencia necesaria, como para que el productor pueda recuperar el capital de trabajo y reiniciar el ciclo productivo", lamentó.