Sin etiquetas
Comer en Sacro es casi una experiencia religiosa. Sin bien los restaurantes argentinos comenzaron hace un tiempo el largo camino de poner en valor todas aquellas materias primas que rodean la carne, todavía hay muchos kilómetros por recorrer. Y Sacro, con un menú diseñado por el reconocido chef norteamericano Matthew Kenney, consiguió avanzar muchos casilleros en ese trayecto, con un menú con platos suculentos, repletos de sabores y texturas. Su cocina no merece etiquetas que lo restrinjan: si bien la carta no ofrece un ojo de bife, tampoco se siente que haga falta. El menú se divide en snacks, platos suaves, fuertes y dulces. Dentro de los snacks, hay empanadas de carbón activado con hongos, olivas disecadas y harissa ($170); baos de zanahoria asada, chucrut y mostaza ($160) y thai wraps con paté de almendras, coles y salsa de tamarindo ($220). Entre los platos suaves están los kimchi dumplings con espuma de jengibre y cilantro ($290), una suerte de delicada pasta verde rellena de vegetales fermentados, ingrediente muy presente en la cocina de Sacro. Entre los platos fuertes, hay spaguetti asiático de batata con salsa de zanahoria, jengibre y togarashi ($370) y mijo dulce quemado con pesto, ensalada de kale e hinojo asado ($310). Los precios son amigables, algo que sorprende porque el lugar tiene apariencia de costoso, incluso desde la entrada, donde el nombre apenas se descubre en una fachada uniforme de pequeños círculos donde la puerta también está bellamente camuflada. La iluminación es cálida, hay buena acústica y una imponente barra lateral que prepara cócteles clásicos y de autor ideales. La selección de vinos fue realizada por la reconocida sommelier Agustina de Alba, quien se inclinó por vinos biodinámicos, orgánicos, naturales y de mínima intervención, que salen por copa (desde $140) o botella (desde $325). En la sección dulce, hay una Palta Key Lime Pie con leche condensada y garrapiñada de pistacho ($190), que puede disfrutarse en el patio descubierto al fondo del salón. Sacro es un restaurante diferente, para ir, comer rico y sorprenderse.
Sacro queda en Costa Rica 6038. Teléfono: 15-5872-3458. Horario de atención: domingos a jueves, de 12 a 24; viernes y sábados, de 12 a 2.
El sol y las vías del tren
En la estación Marina Nueva del Tren de la Costa, en una zona de poco tránsito y mucha calma, llena de árboles, flores y lindas casas, abrió Good & Green. El local es muy acogedor, de madera clara y mucha luz, ideal para leer un libro durante el desayuno. Al entrar, de un lado, se ve una gran cocina abierta donde preparan los pedidos; del otro, mesas y el almacén de productos veganos y orgánicos. Los platos están detallados en una gran pizarra central y se retiran, una vez listos, de la barra. Hay café Rocamora (desde $60), té (desde $90) e infusiones (desde $100), que se pueden servir con leche de coco o tradicional. Todos los productos utilizados en el local son orgánicos y de estación. Para un desayuno sustancioso hay pancakes veganos sin harina, de banana y arándanos con leche de coco y miel; y para los que prefieren la opción salada, huevos revueltos con espinaca, palta, cherry confitados, queso crema y tostadas de pan casero (ambos a $180), entre otras opciones.
Con el sol que entra por las ventanas, Good & Green es un lugar para llegar y quedarse. A la hora del almuerzo, hay más trajín por la gente que se acerca a comer o a retirar su pedido (no tienen delivery). En el menú no hay carnes rojas, pero sí pollo orgánico y pescado. Entre los platos principales, uno de los más pedidos es el risotto crocante con tomate, salsa tártara, rúcula y cebolla caramelizada ($270) y la Green Salad de hojas verdes, palta, tomates secos y brotes ($235). Sirven sándwiches y wraps y una Fish Burger de mero empanado en sésamo con cebolla morada, tomates y espinaca ($295) que sale en su punto justo. Para picotear, hay pinchos de langostinos con sweet chili ($310) o nachos con guacamole, criolla, queso crema, porotos y aceitunas negras ($245). Las ensaladas son generosas y con muy buenos aliños. La sección dulces es acotada: un brownie sin harina, un trifle y los favoritos del lugar: los helados Haulani (desde $95), sin lácteos ni azúcar pero cremosos y con mucho sabor.
Good & Green cumple, con una amplia propuesta incluso vegana en un espacio donde da placer sentarse.
Good & Green queda en Gral. Arias 2480, Victoria. Tel.: (02320) 400-070. Horario: De lunes a miércoles, de 8.30 a 19; jueves y viernes hasta las 24; sábados, de 10 a 24; domingos hasta las 17.
Una filosofía de vida
Autodenominado como espacio consciente, Estilo Veggie promueve una filosofía donde el respeto por toda vida animal es crucial. Eso no significa que su propuesta culinaria sea acotada: tiene una gran variedad de productos y sus salchichas (100% ve- getales, claro) ganan nuevos adeptos todos los días. Aunque algunos detractores no estén de acuerdo con aplicar el término hamburguesa a lo que no tiene carne, acá puede comer una rica hamburguesa de porotos negros con lechuga, aderezo mc vegan y tomate ($220) o una de falafel, cebolla morada, tomate, lechuga y veganesa con pepino y menta ($185). También hay lomitos de seitán, tofu rebozado y unos increíbles choripanes que le compiten de cerca a cualquier versión tradicional. Como parte de su filosofía, Estilo Veggie dicta también talleres de cocina, yoga, hacen jornadas de adopción de mascotas y acciones solidarias. El lugar está diseñado y decorado con objetos reciclados y de descarte; aquí nada se tira, todo se transforma. A un costado del salón hay mesas con sillones colgantes que eligen todos los niños que entram al local (y muchos adultos también). Sin fundamentalismos ni intolerancias, la idea de sus dueños es conquistar a través de la comida, proponer un cambio a partir de platos sabrosos y demostrar que los verdes son más que una guarnición.
Abierto desde temprano, las opciones cambian según pasa el día. De 12 a 15 hay un menú a $150 con plato principal y agua, que varía todos los días. Los domingos sirven además el Vrunch, que trae un plato principal, granola o tortas, jugo o cerveza, y café y té libres ($450). Para la tarde, de lunes a viernes, hay happy hour de pintas de cerveza artesanal (2x $150) que se pueden acompañar de alitas de tofu ($145) o nachos con guacamole ($80). Las picadas vienen para 2 o 4 personas y traen una selección de quesadillas de tofu, simil provolone adobado, berenjenas al escabeche y papas, entre otras cosas (desde $400).
Alimentación consciente, cuidado por el medio ambiente y respeto por la vida son los pilares que sostienen Estilo Veggie.
Estilo Veggie queda en Fitz Roy 1941. Teléfono: 4775-6056. Horario de atención: lunes de 11.30 a 24; martes, miércoles, jueves y domingos, de 11.30 a 23.30; viernes y sábados, de 11.30 a 0.30.