El argentino Gustavo Fernández se quedó por segunda vez con el título de campeón del Abierto de Australia en tenis adaptado tras vencer al sueco Stefan Olsson por 7-5 y 6-3 en 75 minutos de partido. Para el jugador oriundo de Río Tercero significó su tercer título en un torneo de Grand Slam, tras Roland Garros 2016 y Australia 2017.
"Estoy muy orgulloso de cómo encaré esta semana, ya que en los últimos grandes torneos se me había negado como consecuencia de no saber llevar las emociones", aseguró tras su victoria. El año pasado había caído ante Olsson en la final de Wimbledon. El sueco también lo derrotó en las semifinales de Bath, en Gran Bretaña, y en los cuartos de final de Saint Louis, Estados Unidos.
"Es un jugador muy duro. Se motiva especialmente jugando conmigo pero está bueno porque nos hace tener una rivalidad muy linda", agregó Fernández en la ceremonia de premiación sobre su rival.
Para llegar a la final, Fernández dejó en el camino al australiano Ben Weekes (invitado) en cuartos de final y al francés Stephane Houdet en semifinales. El japonés Shingo Kunieda, máximo favorito del torneo, fue vencido por Olsson en la otra semifinal.
Fernández lamento no haber podido traer a la gira australiana a su fisioterapeuta por razones económicas y confió en que se pueda mejorar en en el futuro en la parte económica. "No sé cuánto he ganado con este torneo, sé que han aumentado los premios. Este año, como he sido campeón, no ha pasado como en 2014 que perdí mucho más de lo que gané. Si no ganás el torneo, gastás más de lo que te ingresa", aseguró en ese sentido.
El “Lobito” ocupa el segundo lugar del ranking en su categoría y consideró que tomó como “referencia” sus últimas derrotas “para no volver a cometer los mismos errores”. Asimismo, cerró con la idea de que “creo que esta victoria me ayudará en el futuro".