La rutina del sábado a la mañana se vio alterada ayer al desprenderse varios trozos de mampostería de la antigua casona de Rioja 735, entre Laprida y Buenos Aires. Los cascotes de material cayeron desde varios metros y no lastimaron a nadie ni causaron daños. Tras el incidente concurrieron al lugar efectivos policiales y de la Guardia Urbana Municipal. La primera medida de seguridad fue interrumpir el tránsito de vehículos y se impidió el paso de peatones por la vereda. Según vecinos del lugar, la casa está abandonada hace varios años y en varias ocasiones estuvo a punto de ser usurpada.