La Unión Europea aumentó ayer su presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro al afirmar que reconocerá como presidente de Venezuela al líder opositor, Juan Guaidó, en caso de que no haya elecciones en los próximos días. Al mismo tiempo los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU sostuvieron una encendida discusión sobre la situación actual de Venezuela. En tanto, la formación chavista armó un triple fuerte de ataque: en la ONU; en las calles y en Twitter. “Nadie nos va a someter, el tiempo de las invasiones y los golpes de Estado se terminó. ¡Jamás nos rendiremos!”, tuiteó Maduro casi en simultáneo al discurso público que ofreció Diosdado Cabello en la región noreste del país.
El comunicado de la Unión Europea, consensuado desde el viernes en Bruselas, llegó ayer horas después de que España, Francia, Alemania y el Reino Unido, diesen un ultimátum de ocho días para convocar elecciones libres. “En ausencia de un anuncio de nuevas elecciones con las garantías necesarias en los próximos días, la UE tomará otras medidas, incluso sobre el tema del reconocimiento del liderazgo del país en línea con el artículo 233 de la Constitución venezolana”, señaló la representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini. La toma de una posición conjunta en política exterior en el seno de la Unión Europea exige el consenso de las veintiocho capitales, que en su comunicado no fijaron un plazo máximo para esa convocatoria como sí hicieron España, Francia, Alemania y el Reino Unido en su ultimátum, al que posteriormente se unieron Portugal y Holanda. En el comunicado, la Unión Europea reiteró que las últimas elecciones en el país caribeño no fueron ni libres ni justas ni creíbles y por ello argumentaron la ilegitimidad del mandato de Maduro. Hacia el final del comunicado agregaron que su respaldo a la opositora Asamblea Nacional que consideraron como la única institución democrática legítima de Venezuela.
El miércoles el líder de la opositora Asamblea Nacional se autoproclamó presidente interino de Venezuela en un acto público ante miles de simpatizantes, un hecho que generó el inmediato apoyo de Estados Unidos y del Grupo de Lima pero también varios respaldos a Maduro luego de que denunciara el intento de Guaidó de dar un golpe de estado. Ese día, la UE había sido más cautelosa en su declaración. En nombre de los Estados de la unión, Mogherini mostró el jueves total apoyo a la Asamblea Nacional en tanto que la reconoció como la institución elegida democráticamente por los venezolanos, pero sin ir más allá. Sin embargo ayer, España, Alemania, Francia y el Reino Unido dieron un paso más y pusieron como fecha límite el próximo domingo para que el actual ocupante del Palacio de Miraflores convoque a elecciones. El primero en hablar –y único que lo hizo en una comparecencia pública– fue el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez. En su intervención el mandatario llamó a una celebración inmediata de comicios limpios, democráticos y transparentes. “Pedimos elecciones libres en Venezuela, un país hermano que desde hace muchos años vive una grave crisis política, democrática, económica y humanitaria que provocó más de tres millones de desplazados”, exigió con vehemencia y explicó que los países europeos están trabajando en esta propuesta desde el miércoles. Al final de su intervención confesó que durante la reunión del Foro de Davos en Suiza varios presidentes latinoamericanos le pidieron que sea el articulador de la posición común de la UE. Ni bien se conoció la propuesta española Maduro acusó a Sánchez de repetir el guión del ex jefe del ejecutivo español José María Aznar cuando apoyó el golpe de Estado al ex presidente Hugo Chávez en 2002.
Al poco tiempo de la declaración de Sánchez, y a través de Twitter, se sumaron al ultimátum el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y responsables del gobierno alemán y el británico. Por su parte Macron insistió: “El pueblo venezolano debe poder decidir libremente su futuro. Sin elecciones anunciadas en 8 días, podríamos reconocer a Juan Guaidó como Presidente encargado de Venezuela para implementar dicho proceso político. Trabajamos conjuntamente con nuestros aliados europeos”.
Así también, el jefe de la diplomacia británica, Jeremy Hunt, indicó: “Después de prohibir candidatos y cometer innumerables irregularidades electorales, Maduro no es el líder legítimo de Venezuela. Guaidó sí es la persona adecuada para llevar a Venezuela hacia delante”. Una vez divulgado el comunicado conjunto de los Veintiocho, otros países de la UE como Holanda y Portugal también adhirieron al ultimátum.
Pero mientras la dirigencia europea daba sus opiniones en Twitter, los países miembros de la ONU discutieron cara a cara sobre Venezuela en el Consejo de Seguridad. El enviado de Maduro fue el ministro de exteriores Jorge Arreza que no perdió oportunidad para denunciar la injerencia de Estados Unidos y la Unión Europea: “¿Europa dándonos ocho días de qué? ¿De dónde sacan que tienen potestad alguna para darnos ultimátums? ¿Por qué no convocan elecciones en España o en Reino Unido?” se preguntó. Por su parte, el secretario de estado de EE.UU., Mike Pompeo, lanzó: “Apoyemos las aspiraciones democráticas del Venezuela mientras tratan de liberarse del ilegítimo estado mafioso del expresidente Maduro”. El responsable estadounidense acusó directamente a China y Rusia de evitar una postura común sobre Venezuela: “China y Rusia están apoyando un régimen fallido con la esperanza de recuperar miles de millones de dólares en inversiones mal consideradas y en la asistencia realizada a lo largo de los años. Este dinero nunca tuvo la intención de ayudar al pueblo venezolano, sino que llenó los bolsillos del régimen de Maduro, sus amigos y sus benefactores”, agregó. Para el representante ruso, Vassily Nebenzia, la reunión convocada por Estados Unidos supone un quiebre en el derecho internacional que apunta a desestabilizar el gobierno. Así como Rusia, China también volvió a apoyar a Venezuela argumentando que no representa ningún peligro para la seguridad y la paz internacionales.