El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra'ad Al Hussein, calificó de “ilegal”, “malvado” y “mezquino” el veto temporal del presidente Donald Trump a la entrada de inmigrantes de Irán, Iraq, Siria, Sudán, Libia, Yemen y Somalia. Del mismo modo, el relator especial de la ONU sobre Tortura, Nils Melzer, advirtió sobre posibles “consecuencias catastróficas alrededor del mundo” en caso de que el republicano apruebe torturas en interrogatorios.
Hasta el momento, la ONU no había criticado abiertamente las políticas de Trump, pero los dichos de Al Hussein y Melzer intentar frenar al polémico republicano, que en apenas diez días como presidente ya cumplió algunas de las promesas de campaña más polémicas, como la construcción del muro en México contra los inmigrantes y la penalización a las grandes ciudades que protejan a extranjeros sin papeles, entre otras.
“La discriminación sólo basada en la nacionalidad está prohibida por el Derecho Humanitario”, señaló Al Hussein contra la polémica medida de Trump, que ya fue ampliamente repudiada por la comunidad internacional. El alto comisionado recalcó también que el veto “desperdicia los recursos necesarios para una lucha antiterrorista adecuada”. Antes de que Trump venciera a Hilarry Clinton en las elecciones, Al Hussein había dicho que el magnate "sería un presidente peligroso"; lo que suscitó fuertes declaraciones del empresario contra el organismo.
Melzer, por otro lado, recordó a Trump que “la tortura es tortura, sin excepción” y pidió que no recupere prácticas como el “waterboarding”, asfixia simulada, que fue prohibida por el Senado en 2015 durante la presidencia de Barack Obama. Para argumentar su reclamo, citó un informe de la Comisión de Inteligencia del senado de Estados Unidos en el que señalan que las técnicas de interrogación utilizadas durante la presidencia de Bush no son “eficaces” para obtener información, contrario a lo que había afirmado Trump durante una entrevista televisiva.
La agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Organización Mundial de la Migración (OIM) habían pedido también el sábado a Estados Unidos que mantenga “su larga tradición” en la protección de quienes huyen de conflictos, pero ningún representante de la ONU había criticado aún la política del republicano.
“Esperamos que Estados Unidos continuará su claro liderazgo y su larga tradición de proteger a aquellos que están huyendo de conflicto y persecución", afirmaron entonces las dos entidades en un comunicado conjunto.
En los últimos años, EEUU ha sido uno de los países que ha admitido más refugiados para su reasentamiento, junto con Canadá, Australia y los países nórdicos, y también ha sido el mayor contribuyente de ACNUR con 1.500 millones de dólares el año pasado. Desde octubre pasado (coincidiendo con el inicio del actual año fiscal en EEUU), las autoridades estadounidenses han admitido a 25.600 refugiados, en tanto que el ejercicio precedente (de octubre 2015 a septiembre 2016), recibió casi 85.000 refugiados, según datos de la Oficina de Población Refugiada de este país.