"Quiero que sepan que soy la hija de un inmigrante. Mi padre escapó de la persecución religiosa en la Francia ocupada por los nazis. Soy una patriota estadounidense y amo este país. Y porque amo a este país estoy horrorizada por sus manchas, y este veto a los inmigrantes es una mancha y es antiestadounidense", dijo la actriz Julia Louis-Dreyfus con la estatuilla a la mejor actriz en mano por su protagónico en la serie Veep.
Fue una de los tantos participantes de la ceremonia de los SAG Awards en pronunciarse contra la política migratoria de Donald Trump. El presidente de Estados Unidos promulgó el viernes pasado un decreto que bloquea la entrada de refugiados por 120 días y de ciudadanos de siete países musulmanes por 90 días. Esta disposición, que provocó numerosas protestas en todo el país sobre todo en los aeropuertos. Y aunque la medida fue bloqueada parcialmente por una jueza del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn en respuesta a una demanda de la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), hay una suerte de estado de alerta en la población, no sólo de Estados Unidos, sino del mundo.
El sindicato de actores no se quedó atrás. La ceremonia del domingo a la tarde que se transmitió para Latinoamerica en diferido por TNT, es una especie de antesala para el Oscar. Los SAG Awards son los premios a la industria del cine y la televisión que entregan los actores. En vivo desde la Alfombra Roja, de E! Entertainment, suele ser un programa en donde hay bromas y las estrellas muestran sus atuendos, pero esta vez hubo más que frivolidad.
El actor Simon Helberg, del elenco de la serie The Big Bang Theory llegó con un cartel que decía "Bienvenidos, refugiados" y la actriz Jocelyn Towne, su esposa, con un gran "Déjenlos pasar" escrito en su piel. El primero en decir algo durante el evento fue Ashton Kutcher, que era el maestro de ceremonias. Le dio la bienvenida a los asistentes y a "todos los que están en los aeropuertos".
William H. Macy, ganador en la categoría Mejor actor de comedia por su despreciable personaje en la serie Shameless fue por el lado del humor: "Me gustaría ir en contra de la corriente esta noche y agradecer al presidente Trump… por hacer parecer a Frank Gallagher tan normal". Más emotivo fue el momento en el que la actriz Taraji P. Henson, que subió a hablar cuando Hidden Figures ganó por mejor elenco, expresó: "si nos juntamos todos como raza humana, nosotros ganamos, y el amor gana siempre".
Emma Stone, que se llevó un premio como mejor Actriz por la película La La Land, dijo: "Estamos en una época muy delicada en el mundo y en nuestro país, y las cosas son intolerables, escalofriantes y requieren de acción". Mahershala Ali, que ganó por la película Moonlight, dio uno de los discursos más fuertes de la velada. Recordó que es musulmán y exhortó a que ante "las minucias" que diferencian a las personas, se acepte lo que hace "único" a cada uno.
La actriz Taylor Schilling, premiada por Orange is the new black, advirtió: "Va a depender de nosotros y de ustedes poder seguir contando historias que demuestren que lo que nos une es más fuerte que las fuerzas que tratan de dividirnos".
David Harbour, rodeado del elenco de Stranger Things, casi sobre el final de la noche, dijo: "Rechazaremos a los abusivos, recibiremos a los bichos raros y a los marginados, a los que no tienen casa. Superaremos las mentiras, cazaremos monstruos. Y cuando estemos confundidos entre la hipocresía y la violencia eventual de ciertos individuos e instituciones, nosotros, como el jefe Jim Hopper (su personaje), golpearemos a quienes intenten destruir a los débiles, los privados de derechos y los marginados".
Y otra vez, la sala estalló en una ovación.