“El macrismo quiere ‘limpiar’ la calle, que no quede nada que les moleste y por eso van contra los vendedores ambulantes, los trapitos, los limpiavidrios”, dice a PáginaI12 la legisladora porteña Andrea Conde, de Unidad Ciudadana, apuntando contra las modificaciones al Código Contravencional que impuso Cambiemos. En medio de sus vacaciones en una playa cercana a Villa Gesell, la dirigente de Nuevo Encuentro se entusiasma con la liga de fútbol femenino Nosotras Jugamos que promueve y tiene un fuerte contenido social, y carga contra la hipocresía del macrismo que “utiliza el tema del feminismo y las cuestiones de género para cubrir lo que en realidad propone”.
–El gobierno porteño presentó los cambios en el Código Contravencional como el primero que tenía perspectiva de género. ¿Es un detalle evidente?
–El 2018 empezó con (el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez) Larreta diciendo que iba a ser el año de los códigos y propuso una serie de modificaciones. El macrismo viene cambiando hace mucho el Código Contravencional. Habíamos logrado un código de convivencia que era de avanzada, que tenía que ver con una mirada democrática sobre la ciudad que queremos, y el macrismo le fue haciendo modificaciones para darle una proyección más punitivista. Lo que denunciamos es que usan con mucha hipocresía el tema del feminismo y las cuestiones de género para cubrir lo que en realidad se proponen. Lo promocionaron como un código que tenía perspectiva de género y en realidad las modificaciones fomentan la persecución y un Estado policial represor. Profundizaron lo peor que tienen los reglamentos históricamente, que tienen como principales damnificados a la mujer, a las lesbianas, a las travestis, a las trans, todos los cuerpos no hegemónicos y disidentes. Ni hablar de las personas en situación de vulnerabilidad económica, los pobres, porque todos estos son los que se terminaron perjudicando con la propuesta que votó la mayoría macrista en la Legislatura. Justamente lo que ellos quieren es “limpiar la calle”, que no quede nada que les moleste y por eso van contra los vendedores ambulantes, los trapitos, los limpiavidrios, etc. No entienden o no quieren entender la profundidad que implica el movimiento feminista, la intensa profundidad de un cambio cultural.
–Pasaron los Juegos Olímpicos de la Juventud: en medio de la crisis económica, representó un gasto muy elevado. ¿Dejó algún saldo favorable para los porteños?
–Parece que fue hace mucho, pero se realizó en un momento de crisis económica y se priorizó un gasto muy grande. Fue un gasto desorbitante en un momento de crisis, que también generó un movimiento de dinero alrededor del merchandising. Las licitaciones y los empresarios que fueron contratados o eran empresas de familiares de algún funcionario o eran aportantes de campaña de Cambiemos. Se trató de mucho maquillaje hacia afuera y para la ciudad quedó muy poco. Digo, si están tan interesados en el deporte para los jóvenes, podrían hacer programas para sacar a los chicos de la calle. Deberían hacer políticas públicas que fomenten el deporte, pero no es algo en lo que estén interesados.
–El debate sobre las pistolas Taser parecía saldado. ¿Por qué cree que se insiste con su utilización?
–Eso es parte de lo que instruye el duranbarbismo, que reconoce dos temas para trabajar en la campaña: la inseguridad y la corrupción. Hay una clara demagogia electoral de parte del gobierno de la ciudad que lo pone sobre la mesa otra vez cuando ya se había debatido. No hay ninguna duda de que saben que el tema inseguridad puede entrar a todas las casas y les puede producir votos. Se lo presenta como una acción de seguridad diciendo que son armas menos letales que permiten evitar muertes, pero está claro que son muy inseguras.
–Usted organiza una liga de fútbol femenino con una clara impronta social. ¿Cómo está orientada?
–Tenemos equipos de todas las edades, desde nenitas de cinco años, adolescentes y mayores. Pero no solamente queremos que las chicas jueguen al fútbol sino también que se produzca un encuentro social para discutir la importancia del deporte como derecho humano, nosotros decimos que se trata de una liga con perspectiva de derechos. Sobre el tema presentamos también en la Legislatura una iniciativa para declarar el 21 de agosto como el Día de la Futbolista, pero la mayoría aplastante del macrismo no quiso tratarlo. Finalmente, salió en la Cámara de Diputados de la Nación y en la de la provincia de Buenos Aires. La liga Nosotras Jugamos es organizada por la Asociación de Clubes de Barrio y Deporte Social. Es una liga que se juega en distintos lugares, distintos barrios, como la villa 21-24, la 31 y muchos otros, sin distinción.