El nuevo Boca de Gustavo Alfaro sobrevivió en su visita a Newell’s y se llevó un empate por 1-1, tras verse en desventaja durante gran parte del encuentro. El eterno Maxi Rodríguez, por el local, y Darío Benedetto, para la vista, firmaron la igualdad. Así las cosas, Boca –con dos partidos menos– se alejó a 14 puntos del líder Racing y de la lucha por el tricampeonato. Los rosarinos, por su parte, siguen sumando para escapar en los promedios.
El destino quiso que la primera parada de Alfaro en el máximo desafío de su carrera fuese en Santa Fe, escenario de justamente su mayor fracaso como DT, cuando hace diez años tomó las riendas de Central. Durante aquella brevísima estadía rosarina –renunció tras sumar diez derrotas en 14 partidos–, se vio las caras con Newell’s en una ocasión, llevándose una derrota por la mínima con gol de Rolando Schiavi. Hoy, casi una década después, las cosas son bien diferentes. Alfaro llegaba al Marcelo Bielsa con tres títulos más en su haber y al mando de un todopoderoso del fútbol continental, con un presupuesto a su disposición que podría equiparar tranquilamente la sumatoria de todo lo que tuvo a lo largo de su carrera.
Pero si Alfaro está en su mejor momento, Boca se encuentra en la vereda opuesta. El de anoche fue el primer encuentro oficial del Xeneize tras la épica caída ante River en Madrid de fin de año, y muchos de esos nombres se repitieron en el once inicial que propuso el DT. Entre las caras “nuevas”, solo estuvieron Iván Marcone, Junior Alonso y Bebelo Reynoso –marginado en los últimos tiempos–. La supuesta refundación sólo en el campo de juego mientras la historia estuvo 0-0. Porque ante la primera adversidad, Boca se derrumbó y el bajón madrileño se hizo presente en Rosario.
La adversidad de Boca llevó la firma del histórico Maxi Rodríguez, quien a los 38 años volvió a Newell’s con un golazo, con el que abrió la cuenta a los 25 minutos. Todo se inició con un imperfecto taco de Fydriszewski, que generó una pelota dividida entre Figueroa y el paraguayo Alonso. Ambos fueron con todo por el balón, pero la sutileza del primero venció a la potencia del segundo, que pasó de largo para nunca poder regresar a la jugada que siguió en los pies de Formica y llegó hasta Rodríguez, quien con un derechazo marca registrada rompió la resistencia de Andrada. De Fydriszewski a Figueroa a Formica a la Fiera, Newell’s, claro, festejaba.
Con la ventaja en su poder, el dueño de casa se confió y hasta llegó a florearse. Como cuando Formica metió un notable gol de pecho y chilena anulado por posición adelantada, o con Figueroa, que no se privó de tirar caños.
Del otro lado, Boca no mostraba reacción, por lo que Alfaro recurrió a los cambios. Zárate, Campuzano y Abila adentro; Reynoso, Barrios y Tevez afuera. Y eso tiene Boca, nombres de sobra. Cuando todo parecía perdido, el ex Vélez desbordó por izquierda y encontró en el área a Benedetto, que puso de zurda el 1-1 para hacer olvidar, por un rato, las imágenes madrileñas que lo convirtieron por siempre en “meme” y para permitirle escapar con vida de Rosario a Alfaro y a su no tan nuevo Boca.