La producción industrial de las pymes cayó en diciembre un 5,9 por ciento y la utilización de la capacidad instalada se ubicó en apenas el 58,7 por ciento. Según informó CAME, sólo un tercio de los empresarios dijo que trabajó con rentabilidad positiva en el mes. Las pymes vienen advirtiendo que el programa económico oficial en este contexto recesivo representa un combo negativo que hace del achicamiento o cierre de plantas una cuestión de tiempo. Hacen hincapié en la fuerte caída de las ventas, la suba de costos por tarifas y otros insumos dolarizados y las altas tasas de interés.
Las bajas más pronunciadas en diciembre se verificaron en calzado y marroquinería, productos de madera y muebles, productos químicos, productos minerales no metálicos y material de transporte. Uno de los sectores más afectados es el textil, en particular, las proveedoras para las marcas de ropa deportiva. En ese rubro, en agosto de 2018 cerró la planta Extreme Gear, que llegó a emplear a 660 trabajadores en la confección de calzado para Adidas, y en noviembre pasado cerró Paquetá, que fabricaba zapatillas para la marca alemana y era principal empleadora privada de Chivilcoy, con la baja de casi 600 trabajadores. Cerró Tessicot, del Grupo Sedamil, que empleaba a unos 600 trabajadores en la producción de camisetas de fútbol para Nike y Adidas y hubo despidos y cierre de empresas de Puma, como es el caso de Herzo, con sede en San Luis, y Unisol, en La Rioja. Semanas atrás cerró SportTech, de prendas de ropa deportiva para Adidas.