Los cortes de luz se multiplicaron en otra jornada de muy alta temperatura. El flujo de interrupción del servicio se triplicó respecto del día anterior y llegó a contabilizar 110 mil usuarios afectados en el área metropolitana de Buenos Aires, por lo cual se espera que cuando hoy se entregue la información definitiva el total de domicilios perjudicados haya sido muy superior. Por ejemplo, durante la jornada del lunes el flujo de cortes estuvo entre 10 mil y 35 mil usuarios en el AMBA, pero a lo largo de todo el día terminaron siendo 389 mil damnificados. Esa cifra representa más del 7 por ciento del total del sistema que manejan Edesur y Edenor. Los cortes se dan en un contexto de tarifas que subieron por encima de cualquier otro precio de la economía y en la antesala de una nueva ronda de aumentos para febrero y marzo. La suba acumulada para este año será del 50 por ciento.
Pasadas las siete de la tarde, con 41 grados de sensación térmica, la página web del Ente Regulador de la Energía Eléctrica (ENRE) contabilizaba unos 110 mil usuarios sin luz a partir de la información brindada por las distribuidoras Edenor y Edesur. Eran 63.066 usuarios de Edesur y 48.046 de Edenor. A esa hora, entre las zonas más afectadas de Edesur estaban Nueva Pompeya, Villa Crespo, San Telmo y Almagro (Ciudad de Buenos Aires) y Lomas de Zamora, mientras que en el territorio de Edenor sobresalían Del Viso (Pilar), Ramos Mejía (La Matanza), Manuel Alberti (Pilar), Garín (Escobar) y Martínez (San Isidro).
El ENRE informó que a lo largo del lunes fueron afectados con cortes de luz 200.231 usuarios de Edesur y 188.922 por parte de Edenor, lo cual da un total de 389.153 usuarios. Ese número se alcanzó a partir de un flujo de cortes que entre las dos empresas rondó entre 10 mil y 35 mil usuarios a lo largo del día. Ayer la situación empeoró. Al mediodía se registraban 38 mil usuarios sin luz y a las tres de la tarde el número creció hasta los 66 mil. Pasadas las cinco de la tarde los cortes afectaban a más de 80 mil usuarios de Edenor y Edesur.
Pedro Bussetti, titular de la entidad de consumidores Deuco, dijo que “los cortes pueden durar horas o uno, dos o hasta cinco días. Nosotros estamos recibiendo gran cantidad de quejas de usuarios, y eso que la gente que recurre a la entidad es porque ya está re podrida. Hay zonas particularmente castigadas, como Ezeiza, Presidente Perón, Esteban Echeverría, Lanús y Almirante Brown”. Bussetti detalla el caso de diciembre del año pasado, cuando la demanda residencial fue alrededor de un 15 por ciento inferior al mismo período de 2016, mientras que la cantidad total de usuarios afectados por cortes subió en un 40 por ciento.
Desde Edesur dijeron que “la red está operando razonablemente y sólo tenemos cortes puntuales que se van solucionando. Recién un 29 de enero se habla de cortes, pero con un promedio muy inferior al de años anteriores. De 35 horas promedio por año, en 2018 estuvimos en 25 horas”. Según los datos de la empresa, Edesur invirtió 5 mil millones de pesos en los últimos tres años en materia de mantenimiento de las redes. Al mismo tiempo, una factura de luz con consumo promedio que pagaba 20 pesos mensuales en 2015 hoy está en 642 pesos y llegará en marzo a 922 pesos. Eso implicó un fabuloso incremento de la facturación para las empresas distribuidoras. En el caso de Edenor, el resultado operativo de -1842 millones de pesos en los primeros nueve meses de 2016 mejoró a una ganancia de 659 millones en el mismo período de 2017 y el año pasado se ubicó en 2100 millones.
Marcos Rebasa, especialista en temas de energía y servicios públicos, explicó que “siempre hay un nivel de cortes porque hay una cuestión de razonabilidad económica. Pero acá se suma la falta de mantenimiento. El sistema está diseñado para trabajar y abastecer de energía a una temperatura media de unos 20 grados. No es que debiera estar diseñado para una temperatura de 40 grados, pero sí habría que subir ese piso. Hace mucho que no se invierte lo suficiente en mantenimiento. De hecho, los cortes no aparecen sólo en estos días tan calurosos, sino que hay cortes a lo largo de todo el año y la gente no va a denunciarlos porque está resignada, sobre todo en el segundo y tercer cordón del Conurbano”. Agrega que “la falla más común es que saltan los transformadores de media y de baja. También hay problemas en las líneas, que son como los caños de agua y están obsoletas. Hay que mejorar al capacidad de potencia porque hay mucho consumo y el sistema sólo lo puede aguantar con más transformación y de buena calidad. Las empresas tienen que invertir toda la plata que reciben y no pueden argumentar la falta de fondos porque gozan de una concesión de 99 años y se supone que tienen la espalda suficiente. Tienen la obligación de poner todo el dinero e ir recuperando de a poco y no financiarse con la tarifa”.