River superó anoche a Godoy Cruz por 4-0 en Mendoza y puso fin a las tres derrotas consecutivas (todas como local) con las que abrió el año. Así, los dirigidos por Gallardo quedaron, con un partido menos, a 17 puntos del líder Racing. Para el Tomba, fue el tercer encuentro sin sumar de a tres.
A veces, para salir de una mala racha hay que tener suerte. Y ayer, la suerte de River fue enfrentar a Godoy Cruz. Primero, porque tiene un gran record jugando en Mendoza (cuatro triunfos, tres empates y una derrota); y segundo, porque al local no le salió nada, algo inusual durante los últimos buenos tiempos del Tomba. El primer guiño del destino para los de Gallardo se dio a los 9, cuando un gran tiro libre de Andrada dio en el palo. Ese fue el comienzo de una serie de eventos desafortunados para el dueño de casa ya que, inmediatamente, Pratto fusiló a Ramírez y puso el 1-0.
El infortunio se prolongó luego cuando el prometedor Andrada tuvo que salir por lesión y, acto siguiente, Arena se llevó la pelota con la mano al barrerse en el área: penal y ejecución certera de Borré, que antes había sufrido la mala anulación de un gol. A la media hora de juego, el dominio de River ya era abrumador ante un Godoy Cruz que brindaba muchas facilidades en defensa, principalmente en el sector derecho que habitualmente ocupa Abecasis, ayer ausente por lesión.
Para colmo, a los 33, Cardona fue a disputar una pelota con la pierna muy en alto y terminó expulsado. Al Tomba no le salía nada. En el complemento, el tercero no tardó en llegar: Pratto lo puso de cabeza a los 50. River siguió buscando pero se topó con Ramírez hasta que, cerca del final, el debutante Suárez firmó el suyo y sentenció la vuelta al triunfo.