“Estamos laburando y militando”, dice la referente LGTBI y dirigente peronista Paula Arraigada, en medio de un corte de luz que la afecta por tercer día consecutivo. Arraigada, que integra el Parlamento de las Mujeres en la Legislatura Porteña y fue candidata a diputada por Unidad Ciudadana en las últimas elecciones, no se fue ni se irá de vacaciones. “No debemos cometer el error de minimizar el alcance del enemigo”, advierte, en referencia al triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil y al avance de la derecha transodiante en la región. 

–¿Cómo viene la construcción del paro de mujeres del 8M?

–Ya hemos empezado a organizarnos en distintos órdenes, no solamente las agrupaciones partidarias y sociales, sino también las feministas, puntualmente para tratar de repeler al movimiento TERF (Feminismo Radical Trans Excluyente, por sus siglas en inglés) que empieza a tener un poco más de organicidad. Hasta el año pasado esto era solo un pronunciamiento, pero ahora se vuelve peligroso para las mujeres trans, porque no aceptan nuestra autopercepción. Sí aceptan a los varones trans, porque los ven como mujeres. Es decir, esa mentalidad es tan radical que se acerca mucho al patriarcado: nos ven a nosotras como hombres y a los hombres trans como mujeres, o sea, no aceptan nuestra identidad y son un movimiento completamente biologicista con el cual nosotras nunca podríamos estar de acuerdo. Nos preocupa mucho el contexto regional, en el que estos movimientos están tomando mucha más fuerza.

–¿Cree que esto tiene relación con el triunfo de Bolsonaro en Brasil y los avances explícitos que plantea su gobierno contra la comunidad LGTBI?

–Aquí, en Argentina, este resurgimiento de la derecha biologicista comienza, no como una consecuencia del triunfo de Bolsonaro, sino cuando se pierde, el último 8 de agosto, la votación por la ley de aborto. Esa noche todos los grupos antiderechos comenzaron a cobrar más fuerza y, obviamente, con el avance de la derecha en la región, esos grupos adquieren un mayor lugar en la política. Ahora vemos candidatos, como Alfredo Olmedo con su prédica totalmente persecutoria y estigmatizante, que se animan a decir que van a ir en contra de nuestros derechos. Todo esto es muy peligroso, porque decir que estos grupos están organizados es decir que ya están pensando estrategias. El avance es muy claro, no estamos inventando un monstruo: es un monstruo que estuvo siempre anidado en la conciencia de muchos y de muchas. No debemos cometer el error de minimizar el alcance del enemigo, por más marginal o minoritario que sea. Creo que la principal herramienta que tenemos para desterrar eso es la organización. Y, en ese sentido, una de los principales aliados que tiene hoy el colectivo travesti-trans es el feminismo. Todas las críticas que tengamos, las debemos hacer al interior de ese contexto amplio. 

–Además de referente LGTBI, es militante peronista. ¿Cómo se combinan esos dos aspectos?

–Yo hoy ocupo un lugar dentro de la estructura del Partido Justicialista y de Unidad Ciudadana. Desde ese lugar puedo decir que las mujeres y las identidades trans también damos una lucha dentro del partido, que es un espacio patriarcal, para que sea más abierto y más par. Pasa lo mismo dentro de los sindicatos. Esta es una pelea que estamos dando todos los días y no es fácil, porque los partidos y las organizaciones gremiales son espacios donde se construye poder, y en donde se construye poder siempre hay dificultades para las mujeres y para las identidades trans. Al peronismo siempre se lo ha calificado de machista, y de hecho lo es. Varias de las figuras que tiene el peronismo, entre ellas Eva Perón y la propia Cristina, no fueron militantes feministas, pero han hecho mucho por las mujeres y por las otras identidades. Por lo tanto, creemos que debemos reivindicar eso, sin dejar de criticar aquello que no ha sido en pos de nuestros derechos. 

–¿Ve posible la unidad del peronismo de cara a las próximas elecciones?

–Sí, es posible. Además, es lo que las bases piden, porque lo que se está viviendo en el país es insostenible. Pero es necesario que los dirigentes bajen algunas líneas para generar esa unidad. Esa unidad sólo puede lograrse si hay negociación y si los distintos sectores establecen qué aceptar y qué ceder. Nosotres estamos en la política porque creemos que el peronismo es bienestar para el pueblo. Si sos peronista y pensás sólo en el cargo, realmente no estás a la altura de lo que está pasando hoy en Argentina.

Informe: Sibila Gálvez Sánchez.