Como sucede cada año, congregóse la crème de la crème de España en la Fashion Week de Madrid los pasados días, amén de echar un vistazo a la celebérrima pasarela donde presentaron reconocidas casas sus colecciones otoño-invierno 2019/2020. Cuestión que, entre las variopintas pilchas que fueron y vinieron, hubo destacado highlight cuando fue el turno de La Condesa: marca ibérica con especial gustillo por el toque aristocrático, según se ha encargado de subrayar en repetidas oportunidades su fundadora y directora, Marina Conde. Diseñadora que, para su flamante colección, se inspiró en extraordinario personaje de antaño, musa singular que le calzó de mil maravillas: finalmente, ¿qué mejor para La Condesa que una condesa fuera de serie? Ada Lovelace (1815-1852), en honor a la precisión, la primera programadora de la historia. Hija del poeta inglés Lord Byron que vertió el romanticismo en otra forma artística –las matemáticas–, desarrollando el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, previendo –a diferencia de sus contemporáneos– la capacidad de los ordenadores de superar el mero cálculo numérico.
“La firma ha fusionado los patrones de la época victoriana con tejidos contemporáneos en una colección marcada por hombros abullonados, faldas voluminosas y chaquetas de estilo militar”, detalla El País sobre la propuesta de Conde, que supo de la existencia de la condesa Lovelace a través de un libro para purretas sobre mujeres notables que leía su hija pequeñita. Anoticiada de tan atípica bio, quiso rendirle tributo a esta indiscutible referente femenina en ciencia y tecnología a su manera, léase vía ropita con encantadores guiños. “De los volúmenes victorianos al uso del jacquard”, ofrece Vogue España, explicando que las máquinas de tejer jacquard inspiraron los algoritmos matemáticos de la condesa Lovelace. Suma que otra constante de la colección de la firma, los motivos florales, también se deben a Ada; en palabras de la propia diseñadora: “Ada, tan lista, cuando vio aquella máquina de tejer dijo una frase que ha quedado para la posteridad: ‘Me imagino que en el futuro mi máquina analítica tejerá números como ahora el telar de Jacquard teje flores’. Por eso decidimos hacer lo que ella dijo: llenarlo todo de flores”. En ocasiones, otro adorable detalle, incluyen los hermosos estampados pequeñas fórmulas matemáticas en prendas que recurren a ecléctica paleta, entre tules, lentejuelas, tantísimo más.