El mundo del fútbol celebra mañana los 50 años de Gabriel Omar Batistuta, uno de los mejores delanteros de la historia. Nació en Reconquista, Santa Fe, el 1 de febrero de 1969, y descolló en Boca, la Selección y el fútbol italiano.
Los orígenes del delnatero fueron en Newell´s Old Boys. Allí jugó dos años hasta 1989, cuando pasó a River. En Núñez tuvo pocas oportunidades y su rendimiento no le garantizó continuidad. De allí pasó nada menos que al archirrival de los millonarios: Boca. Explotó en el primer semestre de 1991, formando una dupla letal con Diego Latorre. Su alto nivel le abrió las puertas de la Selección. Fue la consagración.
En julio de 1991, Batistuta fue el goleador de la Copa América en Chile, con seis goles. La Selección de Alfio Basile ganó el torneo de manera contundente y el fútbol europeo posó sus ojos en el número 9. La Fiorentina se lo llevó y comenzó el periplo italiano del jugador, que duró más de diez años.
Fue ídolo de la Fiorentina, en una época de vacas flacas para el conjunto de la Toscana. Descendió en 1993, pero al año siguiente volvió a la Serie A y en esa temporada fue goleador del torneo con 26 tantos. Dejó a los florentinos en 2000 y pasó a la Roma, conjunto con el que pudo gritar campeón en 2001. Luego de un paso breve por el Inter, pasó al fútbol de Qatar y se retiró en 2005.
En esos años se consagró como uno de los grandes jugadores de la historia de la Selección. Fue vital para retener el título de la Copa América en Ecaudor, en 1993. Anotó los dos goles en la final ante México, que hasta la fecha es el último título de la Selección. En noviembre anotó el gol con el que la Argentina derrotó a Australia y clasificó al Mundial de Estados Unidos.
Batistuta es el máximo goleador argentino en mundiales. Hizo cuatro goles en estados Unidos 94, cinco en Francia 98 y uno en Corea-Japón 2002. Es el único jugador de la historia que pudo hacer tres goles en dos partidos de mundiales distintos: ante Gracia en 1994 y ante Jamaica en 1998. Con 55 goles, fue el máximo goleador histórico del seleccionado hasta que Lionel Messi lo superó en junio de 2016. La polémica acerca de si él y Crespo podían jugar juntos en tiempos de Marcelo Bielsa quedó en la historia pero siempre se conservará la imagen de un 9 de área pocas veces visto.