Fraccionados

En una de sus célebres conferencias pronunciadas en Bruselas frente a un auditorio de proletarios, a mediados del siglo XIX, titulada Trabajo asalariado y capital, Karl Marx, explica cómo la burguesía capitalista explota y expolia a las oprimidas y oprimidos.

En efecto, Marx dice que la clase dominante compra por fracciones la fuerza de trabajo como si fuera cualquier otra mercancía, por hora, por día, por mes o quincena. La compra como si fuera un insumo más del proceso productivo, materia prima, maquina, etc.

Este proceso se completa con el pago de un salario que las mujeres y hombres sometidos gastan en procurarse alimento, vivienda, vestimenta, etc.

Estos elementos se los compran a la propia clase explotadora, la burguesía, propietaria de los medios de producción.

La reforma laboral en marcha impulsada por el gobierno del Estado se orienta a precarizar aún más las relaciones laborales, sin siquiera garantizar el pago continuado del salario. Modificando las jornadas de labor bajo el rótulo de flexibilización. El alto nivel de desempleo y la pauperización creciente son condiciones que favorecen la sobreexplotación.

Esto no es algo lejano, lo vienen haciendo en diversos rubros productivos con el beneplácito de los empresarios y la complicidad lacayuna de los burócratas sindicales.

Para que nuestras vidas no sean aún más miserables debemos luchar, ganar las calles y derrotar a este perverso sistema: el capitalismo. Solo la lucha nos hará libres.

Carlos A. Solero