El Gobierno confirmó ayer el ingreso del programa Ahora 12 y Ahora 18 a la exigencia para diferenciar precios de las ventas al contado y en cuotas. De esta manera, en términos formales las 12 y 18 cuotas sin interés dejan de existir. “Proveedores y comercios que adhieran a la presente medida –en relación al Ahora 12 y 18– deberán indicar el precio de contado, el precio financiado, el anticipo, la cantidad y monto de las cuotas, la tasa de interés aplicada y el costo financiero total”, dice la resolución oficial.
También detalla la tasa máxima de descuento que las tarjetas de crédito podrán aplicar a los comercios. La promesa del Gobierno es que los precios al contado bajen y que el precio final financiado con Ahora 12 se mantenga en relación a los valores actuales, aunque el secretario de Comercio, Miguel Braun, admitió que “algún comerciante se puede querer avivar” y advirtió que en ese caso “habrá que ponerse más vigilantes”.
Pero las asociaciones de consumidores esperan que suban los precios financiados. “Lamentablemente se va a hacia la destrucción de dos herramientas que fueron valiosas para estimular el consumo de productos nacionales, bajo el argumento de supuestamente favorecer a los consumidores. Al consumidor ahora no le va a atraer tanto comprar en cuotas”, dijo Claudio Boada, de Unión de Usuarios y Consumidores. Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor, advirtió que “en el Ahora 12 original el costo financiero total era absorbido por el Banco Central, pero ahora parte de ese costo, de entre un 10 y un 15 por ciento, será absorbido por los comercios, que terminarán trasladando sus mayores costos al consumidor”.