El pedido de la AMIA para que la DAIA renuncie a la acusación de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán no causó demasiada sorpresa entre referentes de agrupaciones de familiares y sobrevivientes del atentado. Referentes de algunas de las querellas en la investigación de la voladura del edificio de la mutual judía y que participan del juicio por el intento de encubrirlo vincularon el pedido con una interna de la dirigencia comunitaria y remarcaron que “a ninguna de las dos les importan los muertos”.
“Llevan 25 años así: un día acusan, otro día desacusan. Un día quieren y otro odian y así, de acuerdo a sus intereses políticos y mezquinos, hacen y deshacen”, evaluó Diana Wassner, integrante de Memoria Activa, una de las agrupaciones querellantes en diálogo con este diario. “Lo que queda claro en todo esto, lapidariamente claro por si era necesario, es que los 85 muertos y los más de 300 heridos de la AMIA no les importan nada a ninguna de las dos” entidades.
Si bien fue la DAIA quien encabezó la embestida contra Cristina Kirchner, parte de su gabinete y dirigentes afines por su intención de poner en práctica el Memorandum con Irán denunciado por el fiscal Alberto Nisman como un mecanismo para encubrir el atentado a cambio de acuerdos económicos con aquel país, es la primera vez que la AMIA se desmarca públicamente de esa posición.
Wassner sospechó que este volantazo tiene que ver con “una interna” vinculada “con los intereses que siempre han tenido, no importa cuál sea la dirigencia de ese momento, y que poco tienen que ver con cuidar el bienestar de la comunidad judía argentina”. Y de ese juego, “la causa AMIA no escapa, siempre la han usado y abusado de ella con fines políticos, el tema Nisman también lo demuestra, pero la verdad y la Justicia les importa poco”.
El otro ejemplo en ese sentido aportado por la integrante de Memoria Activa es el juicio por el encubrimiento de la voladura de la sede de la mutual judía, que tras la feria judicial se reanudará el próximo jueves ya encaminado hacia la sentencia. “El papel de ambas instituciones que han tenido en ese juicio es nefasto”, sostuvo. Cabe recordar que entre los acusados está el ex titular de la DAIA Rubén Beraja, quien podría ser condenado por haber participado del pago de coimas para introducir en la investigación judicial una pista falsa.
“Lejos de abogar por el bienestar de esta comunidad, ni la AMIA ni la DAIA en estos 25 años hicieron más que trabajar por el encubrimiento del atentado más grande que sufrió, por tapar las cosas y por la mentira”, culminó Wassner.
En el mismo sentido se expresó Sergio Burstein, titular de Familiares y Amigos de las Víctimas de AMIA, quien coincidió en diálogo con este diario que el pedido de la AMIA revela una “interna feroz por ver quién se queda con la cabeza de la dirigencia comunitaria”. “Me parece importantísimo que se haya reconocido” la necesidad de no involucrarse en la acusación en contra de los ex funcionarios por el Memorandum con Irán, aunque consideró el pedido como “una demostración de que se está cayendo a pedazos tanta mentira”.
“Dicen que el pedido es para que la grieta no afecte a la comunidad judía argentina, pero no mencionan ni una sola vez en la carta a los muertos de la AMIA. Son una mentira y este pedido es una salida política de la mentira en la que se han metido, que saben que no tiene futuro, que es un disparate”.
Para Burstein, la AMIA “dejó a la DAIA contra la pared. Si aceptan su pedido, reconocen que todo fue una farsa. Si no lo aceptan, quedan enfrentados abiertamente. Pero de los muertos del atentado nadie habla. Ninguno los menciona, no les importan”, remarcó. Y completó: “Hacen esto porque no tienen el coraje de decir que Nisman se suicidó, que no hay pruebas contra los iraníes, que la denuncia por el memorándum es un disparate. No tienen coraje de decir que se les está cayendo todo a pedazos”.
Más temprano y vía Twitter, Burstein había remarcado la responsabilidad de las dos instituciones de la comunidad judía con respecto a la persecución del ex canciller Héctor Timerman, a quien en algún momento no pudo viajar a Estados Unidos para tratarse de su cáncer por estar procesado y con prisión preventiva en esta causa. “Nunca jamás me olvidaré que son también responsables por acción u omisión de la muerte de Timerman”, compartió.