A pesar de los cortocircuitos, críticas y reclamos, la cúpula de la UCR fue ayer al encuentro con el presidente Mauricio Macri con la premisa inversa que marcó al partido de Leandro Alem: que Cambiemos se doble pero no se rompa. En el asado en la quinta de Olivos, el PRO y la UCR –los principales socios de la alianza oficialista– comenzaron a delinear las listas de candidatos para las elecciones legislativas. Los radicales pretenden encabezar las provincias que gobiernan o donde son la principal fuerza opositora, y un reparto más equitativo donde sus socios dominan distritos estratégicos, además de reclamar la conformación de Cambiemos en todo el país. El macrismo, en tanto, no quiere resignar su rol hegemónico en la coalición de gobierno, menos aún en territorio bonaerense ni en su principal bastión electoral, la Capital, donde el PRO esquiva incluir a las boinas blancas. 

Los radicales llegaron a Olivos con ánimos encontrados. Por un lado, la satisfacción de que Macri haya dado marcha atrás con el DNU que convertía en móviles los feriados del 24 de marzo y el 2 de abril. Por el otro, el desagrado por las declaraciones del titular de la Aduana, el ex carapintada José Luis Gómez Centurión, quien dijo que la última dictadura cívico-militar “no fue un plan sistemático” de represión, sino “un modelo caótico de conducción de la guerra”, dichos duramente criticados por varios de los que estuvieron ayer frente al Presidente en Olivos. 

Sin embargo, el titular del Comité Nacional de la UCR, José Corral, se encargó de dejar clara la motivación del encuentro de ayer: discutir “cuál va a ser la manera de presentarnos frente a la sociedad en todo el país” en la elección legislativa de este año y que “lo más importante es ponernos de acuerdo en la estrategia para defender al Gobierno y darle el consenso y el apoyo que necesita”.

Pero la opinión de Del Corral no es unánime en su partido. “Si sólo se trata de debatir estrategias electorales, que deberán ser respetuosas de las provincias, habremos equivocado el rumbo. El mejor aporte que le puede hacer la UCR al gobierno de Cambiemos es defender sus ideas y presentar al Presidente sus propuestas”, señaló Ricardo Alfonsín desde el sanatorio, donde se repone satisfactoriamente de un cuádruple by-pass coronario. Antes del encuentro, Alfonsín abogó por que “se hable más de los problemas de todos los argentinos que de los problemas de la UCR y el PRO, eso sería una muy buena señal”.

El titular de la UCR, en tanto, insistió con sus prioridades. “Cambiemos no tiene mayoría en ninguna de las Cámaras, y aunque en esta elección no vamos alcanzar esa meta, la idea es acercarnos a números muy buenos para continuar con esta tarea de gobierno, que es difícil, con muchos problemas, pero puestos sobre la mesa, porque no se miente más con los números de la pobreza y la inflación”, dijo Corral. Cambiemos arriesga en esta elección 41 de sus 87 bancas en Diputados, la mayoría (21) de la UCR. En el Senado, las tres bancas en juego del oficialismo pertenecen al radicalismo.

A Corral lo acompañaron los jefes de los interbloques oficialistas de ambas Cámaras, el diputado Mario Negri y el senador Angel Rozas, el ex jefe de la UCR Ernesto Sanz, los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Ricardo Colombi (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy), además del vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, y la titular de la Convención Nacional del radicalismo, Lilia Puig de Stubrin.

En Olivos, los primeros anfitriones de la dirigencia radical fueron los ministros de Finanzas y Hacienda, Luis Caputo y Nicolás Dujovne, que expusieron los objetivos que se trazaron desde sus carteras.

Macri encabezó la cena a la que se sumaron la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Por el PRO también tuvieron una silla a la mesa del asado y la discusión política el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Interior, Rogelio Frigerio; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el presidente del PRO, Humberto Schiavoni, y el titular de la Cámara baja, Emilio Monzó.

“La idea es repasar cada provincia, cómo está Cambiemos, cómo está la relación entre radicales y PRO, posibles candidatos”, sostuvo Michetti, ratificando el contenido del encuentro al ingresar a Olivos. Al cierre de esta edición, el cónclave seguía en la sobremesa.