Sacarle el jugo al barrio

Pablo Mehanna

Algo escondidos y a trasmano de la vida cotidiana para buena parte de las millones de personas que a diario transitan por la ciudad, el barrio de Flores es ya un destino de culto para los que aman una gastronomía distinta al mainstream culinario nacional. Con sabores y aromas del mundo, Flores permite sentirse turista en la ciudad: de día, la zona es un hormiguero continuo y multicultural de compradores, transportistas y vendedores de indumentaria; de noche, los jóvenes de la comunidad coreana (y varios otros) llenan los bares y restaurantes. Para todos, ahí está Johnny´s Juice, que abre sus puertas apenas asoma el sol, para combatir el calor a plena frescura. 

El local es amplio y despojado, con mesas laqueadas y una planta baja de doble altura. La especialidad de la casa son los jugos que mezclan frutas y verduras ($100), en combinaciones que funcionan muy bien. Los paladares más tradicionales podrán optar por un Citric (pomelo, naranja y limón), pero realmente vale la pena ir un poco más allá y elegir, por ejemplo, el Red Roar (remolacha, zanahoria, manzana verde y jengibre), muy fresco y con una nota alimonada que queda muy bien junto a las hortalizas crudas. La extracción en frío da como resultados sabores netos y puros, aprovechando este método que evita la oxidación de la fruta. 

Por la mañana, desde las 6:30 AM, se puede arrancar el día con un desayuno con medialunas, carrot cake y hasta algún chipa (entre $80 y $100 con café con leche). Al mediodía la casa propone ricas ensaladas para acompañar los jugos en un almuerzo rápido. Aquellos que amen los picantes, no deben dejar pasar la Halala Salad (arroz con curcuma, pollo al coriandro, verdes, cebolla morada, tomate y siracha), sabrosa y contundente, que trae aparte una vinagreta de yogur deliciosa. El plan es completo: ir a Flores, dar una vuelta por los supermercados coreanos (con verdulerías muy interesantes) y, como cierre, calmar la sed con unos jugos en el local de Johnny. Un viajecito por esa Buenos Aires que (casi) no vemos.

Johnny´s Juice queda en Felipe Vallese 3257. Teléfono: 6699-4121. Horario de atención: lunes a viernes de 6:30 a 17; sábados de 7:30 a 12:30.


Kosher al paso

Pablo Mehanna

En una esquina muy transitada, rodeada de vidrieras con ropa para todos los gustos y colores, está La BarZanería, una carnicería con parrilla al paso que vende sólo productos estrictamente kosher, es decir, aptos según la ley judía. Se trata de un local de buen tamaño, con entrada por ambas calles, que arranca el día como carnicería, y que a partir del mediodía prende los fuegos para recibir un peregrinar constante de comerciantes y transeúntes en busca de un bocado al paso que calme el hambre y permita seguir con las compras. Mesas altas con banquetas, ventiladores industriales, bombas de filamentos que cuelgan de las bandejas portacable y algunos cuadros en las paredes completan un ambiente que va del kitsch a lo industrial sin escalas.

Las carnes (salvo los chorizos, elaborados con 100% carne de vaca, el cerdo está -claramente- prohibido) no están marcadas: se cocinan (incluso se cortan) al momento del pedido. Un pizarrón en la caja anuncia los sandwiches (también se puede comer al plato) disponibles. Las salchichas –nuevamente, de vaca– se preparan a la parrilla ($90) y salen con pan de pancho levemente tostado. Recomendables los sándwiches de pollo deshuesado (pata muslo a $160, pechuga a $140), que si bien demoran unos minutos valen la espera. Entre panes también sale el ojo de bife ($190) y hasta una versión de pastrón terminado a la parrilla, todo con tomate, chimichurri y una gustosa salsa criolla. Interesante: más allá de la bendición rabínica, en el gusto no se nota una diferencia por ser kosher: es rica carne, bien cocinada y servida. Si la idea es evitar los hidratos, hay disponible un bife con hueso de 400 gramos ($250), que se puede pedir acompañado por una ensalada ($90). Para beber, gaseosas y agua (no se venden bebidas alcohólicas); café Nespresso como cierre.

Una carnicería kosher con despacho de sándwiches al paso en un barrio multicultural y comercial. Una verdadera rara avis gastronómica que merece una visita.

La BarZanería queda en Felipe Vallese 3212. La parrilla abre de lunes a viernes, de 11 a 16. 


Empanadas en serio

Pablo Mehanna

Los lugares donde comer buenas empanadas no abundan en la ciudad de Buenos Aires: rellenos irreconocibles y masas industriales redundan en un producto que muchas veces carece de calidad. Una destacada excepción es Pulpería Norte, cuya empanada frita de carne la ubica sin dudas en el podio porteño. 

Con apenas seis meses de vida, el salón se llena casi a diario de jóvenes (y no tanto) que vienen en búsqueda de este bocado que aquí preparan a la usanza tucumana. El principal secreto está en la masa casera, elaborada con grasa de pella que se derrite en el mismo local. Luego, la carne cortada a cuchillo y una fritura perfecta completan la receta. En total, ofrecen ocho versiones de empanadas ($38): la base es de carne o pollo, y se elige si se las quiere fritas o al horno, con o sin picante. Llegan a la mesa con un par de gajos de limón, una salsa de tomate y una más con yogur. Todo en un local con forma alargada, mesas altas para 2 o 4 personas, banquetas cómodas (¡con respaldo!) y una barra bien surtida.

Otro punto alto de la casa es el sándwich de milanesa (también una especialidad tucumana). Con un apanado perfecto, la milanga se sirve recién frita en un pan crocante muy rico. La carta suma algunas pizzas, un buen bife de chorizo con verduras y papas y hasta una entraña a la plancha.

Para beber (los viernes y sábados la cocina cierra a las 2 de la mañana) hay disponibles botellas de whisky, vodka, gin y varios etcéteras, en combos con bebidas para mezclar en la mesa a precios apenas superiores a los de una vinoteca. Lo ideal es pedir la carta de vinos, compuesta casi exclusivamente por botellas del NOA y algunas pocas etiquetas mendocinas. Por apenas $250 se puede pedir un torrontés de La Rioja o un Tiovio de Bad Brothers, que va perfecto con las variedades de empanadas picantes. 

Pulpería Norte reivindica la escena de empanadas porteñas, con la mirada puesta en el “Jardín de la República”. 

Pulpería Norte queda en Felipe Vallese 3123. Teléfono: 5386-8720. Horario de atención: lunes a jueves de 17 a 24; viernes y sábados de 19 a 4.