La vía del diálogo para mediar en la crisis política y económica de Venezuela continúa fortaleciéndose a 10 días de la autoproclamación de Juan Guiadó, respaldado por Estados Unidos y sus países aliados en la región, entre ellos, la Argentina. El gobierno de la canciller alemana Ángela Merkel advirtió que no quiere un "nuevo régimen" en el país caribeño sino que impulsará la realización de elecciones libres, mientras que el líder del partidos laborista británico, Jeremy Corbyn, fue más tajante al sostener el rechazo "a una interferencia exterior en Venezuela, ya provenga de los Estados Unidos o de cualquier otro lugar".
"No queremos una escalada en el conflicto" y "los venezolanos deben poder pronunciarse libremente" fueron las dos definiciones dadas por Merkel para tomar distancia de la dura posición impulsada por la Casa Blanca que intenta desplazar al presidente Nicolás Maduro, con el respaldo de la OEA, Brasil, Colombia, Argentina entre otros aliados latinoamericanos. Si bien la canciller alemana dio a entender que no reconoce la legitimidad de las elecciones del año pasado en las que Maduro fue reelecto, por lo que pidió elecciones "en las debidas condiciones", también descartó dar un apoyo abierto a Guaidó y convocó a continuar con los "esfuerzos diplomáticos".
En ese sentido, el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, aseguró que el objetivo de Alemania es "ayudar a aliviar la dramática situación" de la población venezolana y no "promover un cambio de régimen". "Nuestro interés y el de nuestros socios de la UE", resaltó Seibert.
La responsable de política exterior de la UE, Federica Mogherini, confirmó ayer la creación de un grupo de contacto entre países europeos y latinoamericanos —Uruguay, México, Bolivia y otros no alineados con la Casa Blanca— para abrir un diálogo entre el gobierno chavista y la oposición, por un periodo de 90 días, con el objetivo puesto en una nueva convocatoria a elecciones. Mogherini lo oficializó tras el primer encuentro, aún informal, entre los representantes latinoamericanos y europeos: Francia, Reino Unido, Alemania, Portugal, España, Holanda, Italia y Suecia.
De manera contradictoria, el Parlamento Europeo reconoció ayer al autodesignado "presidente encargado" de Venezuela en una votación con 439 votos a favor, 104 negativos y 89 abstenciones. A pesar de la amplia mayoría que consiguió la declaración impulsada por los eurodiputados del Partido Popular español, las diferencias hacia el interior de cada país parecen fortalecer el camino del diálogo.
"El futuro de Venezuela es un asunto de los venezolanos", sentenció el titular del partido laboralista británico en cuenta de Twitter para sentar la posición de la oposición inglesa. "Nos oponemos a una interferencia exterior en Venezuela, ya provenga de los Estados Unidos o de cualquier otro lugar", agregó el líder laborista.
En la votación de ayer en el Parlamento Europeo, los eurodiputados del Reino Unido fueron el bloque que más votos sumó en contra de la autodesignación de Guaidó junto a los italianos. Sin embargo, la posición del gobierno británico, encabezado por Theresa May, se inclina más cerca del eje marcado por Estados Unidos. El canciller británico, Jeremy Hunt, desconoció por "ilegítimas" las elecciones que le dieron la reelección a Maduro e instó a imponer sanciones económicas contra los funcionarios del gobierno chavista. "El diálogo es el camino para una solución negociada para superar esta crisis", contrapuso Corbyn.