A días de que la niña de Jujuy violada no pudiera acceder al aborto que pidió y fuera obligada a atravesar una cesárea, organizaciones internacionales vinculadas con la infancia, los derechos humanos y la salud, autoridades de organismos de derechos de los niños y referentes del movimiento de mujeres repudiaron fuertemente el editorial del diario La Nación “Niñas madres con mayúsculas”, por romantizar la violación y ensalzar el embarazo forzado en la infancia. “Abogamos por proteger a las niñas en situaciones de abuso, evitando que vuelvan a ser victimizadas. Es obligación de los Estados garantizar esta protección: es un derecho humano”, señaló la filial argentina de Unicef. Amnistía Internacional, por su parte, recordó que, solo en 2017, 2493 niñas menores de 15 años atravesaron por un parto y resaltó que la mayoría fueron producto de “embarazos infantiles forzados como consecuencia de situaciones de abuso sexual y violencia”.
El texto, que ayer fue el principal del espacio editorial del diario, afirmó: “admiración hacia las niñas madres, madrazas por cierto. Tristeza para las ‘abuelas abortistas’ que felizmente no lograron su criminal propósito. Bienvenida a los felices niños de ambas mamás y un mensaje claro y esperanzador a la sociedad para que haga lo que tiene que hacer sobre educación sexual, primero, y sobre apoyo a las mamás, después, tanto si sus embarazos fueron deseados como si fueron causados por una violación, por ignorancia o estado de necesidad”. La publicación ensalzó “el instinto de madre” y calificó como criminales a las madres de esas niñas que prefieren optar por la interrupción del embarazo, algo que la ley avala desde 1921 para casos de violación.
El espectro de repudios que cosechó la publicación fue amplio e incluyó también a trabajadoras y trabajadores del diario, que hicieron manifiesto su desacuerdo en redes sociales. Recién entrada la noche, cuando la ola de rechazos no menguaba, el diario dio a conocer un relevamiento de las reacciones, al final del cual señaló que la empresa “lamenta que se haya interpretado el texto como un mensaje de alguna forma tolerante hacia los abusos a menores, algo que, como el mismo editorial señalaba, es a todas luces repudiable”.
Las críticas se habían sucedido a lo largo de todo el día. La filial argentina de Unicef señaló que “el embarazo en la infancia no está vinculado al ‘instinto materno’, es abuso sexual y por tanto el embarazo es forzado”. Además, recordó que en conjunto con el Estado elaboró “una guía sobre qué hacer y cómo deben responder los diversos actores estatales a las demandas y necesidades de las niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas de abusos sexuales y embarazo forzado”.
Amnistía Internacional En Argentina rechazó el texto de La Nación por “desconocer los derechos humanos de las niñas”. Recordó, además, que “la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) manifestó al Estado argentino preocupación ante el alto número de niñas que abandonan la escuela debido a embarazos precoces”.
“El embarazo infantil está íntimamente ligado al abuso. La maternidad forzada es una forma de tortura y suma una violación más a los derechos de estas niñas”, sintetizó la Fundación Huésped para sumarse a la ola de repudios.
“Nada importó a estas mamás niñas, salvo conservar a sus hijos”, festejó el texto de La Nación. “El editorial celebra los embarazos en niñas de 12 años violadas, difunde falacias sobre el ‘instinto materno’, omite un derecho existente desde 1921 y hace apología de la maternidad forzada. Todas vulneraciones de los derechos humanos”, completó el director ejecutivo de Fundación Huésped, Leandro Cahn.
En tanto, la red de organizaciones sociales Infancia En Deuda subrayó que, en la Argentina, “ocho de cada 10 embarazos de niñas menores de 15 años no son intencionales y la mayoría de esos embarazos son consecuencia de abuso sexual” y agregó que “cuanto menor es la edad de la madre, más probable es la existencia de delito sexual y, por ende, el riesgo de salud física y mental”. La red también resaltó que, según los datos de la Línea Nacional contra el Abuso Sexual Infantil, 7 de cada 10 víctimas de abuso sexual son niñas y más de la mitad son menores de 11 años.
Desde la Asesoría Tutelar porteña, Yael Bendel consideró “muy grave que se banalicen graves delitos”. En un comunicado señaló que cada vez que se abordan casos de embarazos producto de violaciones se “debe hacer interdisciplinariamente para atender el dolor, la mutilación física, la vergüenza y el estigma de las niñas que atraviesan por esta situación”. “No hay que ‘admirar a las niñas madres’ sino que hay que protegerlas, cuidarlas y evitar este tipo de delitos, y en ese compromiso también se encuentran los medios de comunicación. Que deben promover valores, derechos y el cumplimiento de las leyes vigentes de protección integral a la infancia”, sentencia el organismo público.