Desde Tel Aviv  

El popular ex jefe del ejército de Israel, Benny Gantz, rompió semanas de silencio para lanzar su tan esperada campaña electoral, prometiendo la unidad en el país y el fin de la corrupción en un discurso en el que criticó a Benjamin Netanyahu como “no rey”.

A los cantos de “¿quién es ese? El próximo primer ministro”, el paracaidista de ojos azules, declaró formalmente su candidatura e hizo trizas al primer ministro de Israel, diciendo que el gobierno actual “siembra división e incitación”.

El teniente general Gantz, que actualmente es el mayor rival de Netanyahu, también hizo referencia a los tres casos de corrupción contra el primer ministro, que están ensombreciendo las posibilidades de reelección del líder de la derecha. Se espera que el fiscal general de Israel, Avichai Mendelblit, presente una acusación contra el primer ministro en las próximas semanas.

“Netanyahu no es un rey. Un primer ministro no puede presidir Israel cuando se ha presentado una acusación contra él”, dijo Gantz a la multitud en Tel Aviv el martes por la noche. “Ningún líder israelí es un rey. El gobierno que formemos será un gobierno nacional y no una monarquía”, agregó.

Si Netanyahu es reelecto en las elecciones de abril, será el primer ministro de Israel con más años de servicio. Sin embargo, también puede convertirse en el primer líder israelí en ser juzgado mientras aún ocupa el cargo. Según las filtraciones en los medios israelíes, es probable que el fiscal del estado recomiende a Netanyahu en el caso 4.000 o “Bezeq”, como se le conoce, que lleva el nombre de una empresa de telecomunicaciones a la que supuestamente le otorgó favores regulatorios. También puede enfrentar un juicio en los otros dos casos, en los que la policía argumentó que recibió regalos caros de amigos adinerados, y en los cuales supuestamente negoció un acuerdo con el periódico Yedioth Ahronoth para una mejor cobertura.

Netanyahu ya tuvo que convocar elecciones anticipadas siete meses antes de que lo dejaran tratando de gobernar el país con una escasa mayoría de un solo escaño en el parlamento israelí de 120 escaños, cuando el socio clave de la coalición y ministro de defensa, Avigdor Lieberman, renunció en noviembre a raíz de la negativa del primer ministro a ir a la guerra con Gaza.

Netanyahu respondió rápidamente a su rival, calificó de “ridículo” su discurso y calificó a Gantz de “izquierda débil”. La campaña de Gantz respondió a los comentarios, y un portavoz dijo: “Gracias por los últimos 10 años, nos haremos cargo de aquí en más”. 

El teniente general Gantz se desempeñó como jefe de personal entre 2011 y 2015 y dirigió la ofensiva de Israel en Gaza. Formó el partido de Resiliencia de Israel y lanzó su oferta electoral en diciembre, pero hasta el martes había guardado silencio sobre sus afiliaciones o planes políticos.

Justo antes de su primer discurso de campaña el martes, anunció que había fusionado su partido con el del ex ministro de defensa y también del ex jefe de personal Moshe Ya’alon. El general Ya’alon, quien se desempeñó como ministro de defensa de Netanyahu de 2013 a 2016 y fue el jefe de Gantz, se unió a él en el escenario la noche del martes, pero no reveló detalles sobre su asociación. En cambio, el teniente general Gantz pronunció un discurso amplio que parecía atraer a todos los segmentos de la sociedad israelí en un aparente intento de obtener votos tanto de la derecha como de la izquierda

Jugando con sus credenciales de seguridad, el ex jefe del ejército habló de los principales combatientes a través de las líneas enemigas y contestó el teléfono en medio de la noche. Prometió nunca renunciar a los ocupados Altos del Golán, proteger los bloques de asentamientos en Cisjordania y amenazó al presidente de Irán, Rouhani, así como al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Concluyó el segmento advirtiendo a Hamas, el grupo militante que gobierna Gaza, que Ahmed Ja’abari, el jefe de Hamas que murió bajo las órdenes de Gantz, “no fue el primero y no será el último”.

Sin embargo, también prometió defender los derechos de los homosexuales e introducir el matrimonio civil, profundizar la asociación con los ultraortodoxos y trabajar para apoyar a la población árabe y los drusos. También dijo que permitiría la asistencia humanitaria en Gaza. Algunos de los que asistieron sin saber qué esperar dijeron que se fueron convencidos de su candidatura. 

“Vine aquí para escucharlo y salí apoyándolo”, dijo Tamar Ben Porat, de 56 años, abogada y activista de los derechos de las mujeres del centro de Israel. “El podría traer votos de la derecha, del centro y de la izquierda y estoy feliz de que logró un acuerdo con Yaalon, ambos han expresado sus opiniones sobre la corrupción”. 

Dijo que las personas estaban hartas del liderazgo actual debido a los casos de corrupción contra Netanyahu y estaban buscando un primer ministro que ayudara a construir la paz con los palestinos en lugar de vender guerras para obtener votos. “El gobierno de Netanyahu es uno de separación y odio. Necesitamos un líder para reunir a la gente “, agregó.

Un grupo de jóvenes de 19 años, quienes estaban ansiosos por votar por primera vez, acordaron que Gantz podría unir a la derecha y la izquierda y construir la paz con los vecinos de Israel.

“El convence a la juventud: lo que queremos ver es una cara nueva. Habla mucho de paz que la derecha ya no hace”, dijo Yaniv Cohen. “El ha sido muy inteligente con su campaña: él cuela ideas de la izquierda y las pone en el centro. Creo que él podría unir a la gente”, agregó.

Su amigo Yoav dijo que su mayor esperanza era que Gantz pudiera reiniciar el estancado proceso de paz. “Creo que esta es la última oportunidad de hacer las paces con los palestinos y, si no actuamos ahora, algo malo va a pasar”, dijo Yoav. “Gantz es una de las únicas personas que habla sobre la posibilidad de paz. Muchos no lo creen más, esperamos que él pueda traer un cambio”, añadió.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.