El director del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, Eduardo Valenti y Hugo Trevani, médico especializado en obstetricia del mismo hospital y coordinador del área obstétrica del Banco Público de Sangre del Cordón Umbilical del Garrahan, explican cómo funcionan las donaciones en el primer y único Banco Público de Células de Cordón Umbilical de Argentina, que trabaja con convenios con once instituciones públicas y privadas. En estos momentos cuenta con más de 5600 unidades criopreservadas disponibles para trasplantes. Esa información está conectada a través de una red de bancos públicos del mundo para todo paciente que las requiera.
–Para quienes tienen el parto en entidades privadas, la donación no aparece entre las opciones disponibles…
Eduardo Valenti: –A quienes tienen a sus hijos en la Sardá les damos información y les ofrecemos donar. También se recolecta el material en otras maternidades y se lo procesa en el Garrahan. Ahí la muestra se congela y hay una logística para distribuirla en caso de que la necesite algún niño compatible en algún otro lugar del mundo. Del mismo modo los niños argentinos pueden recibir donaciones de otros países.Hay convenios entre el Garrahan y privados, como el Hospital Británico y el Alemán.
Hugo Trevani: –Si lo tenés en una clínica privada, tenés que avisar a tu obstetra que querés ser donante.Se tienen que dar algunas condiciones. Él tiene que saber cómo hacerlo, conectarse con el Garrahan, etc.
–En los cursos de preparto no se habla de la donación, pero suelen aparecer bancos privados promocionando el “reaseguro biológico”.
E. V.: –La recolección privada es para uso personal. Lo puede usar tu chico u otro hijo tuyo. Pero hay muy pocas chances que tu hijo pueda utilizar su propia sangre. El banco público es de todos. Por más que no dones, si tu hijo lo llegara a necesitar, puede recibir una donación.
H.T.: –Si un paciente desarrolla una leucemia, las entidades médicas más prestigiosas recomiendan que no sea tratado con su misma sangre porque en general se trata de enfermedades con carga genética. Con las células madres casi todo está en proceso de investigación. Habrá pacientes que se exponen a esos tratamientos... Hoy en día está probado que sirven para patologías inmunológicas, hematológicas, oncológicas y metabólicas específicas. Lo más frecuente son las leucemias. El resto es experimentación.
–¿Cuál es la importancia de la donación?
H.T.: –Gran parte de la población argentina es de origen nativo. Y si bien hay convenios con bancos de todo el mundo, el problema es la histocompatibilidad. No sirve tener acceso a una gran cantidad de muestras si todos son de origen anglosajón o europeo. Necesitamos diversidad étnica. En la Sardá hacemos unas doscientas colectas por año, que son más compatibles para ser utilizadas en la región.
–¿Cómo se realiza la extracción?
E. V.: –Se hace después de que nace el chico. Se liga el cordón y se toma la sangre que queda entre el cordón y la placenta. No hay contraindicaciones ni peligros. Esto en circunstancias normales. Si llega a haber algún imprevisto en el parto, se suspende la colecta.
H.T.: –En la Sardá entrenamos al personal desde hace muchos años. La muestra que se contamina se tira. Descartamos un 75 por ciento de las muestras. La utilidad de la muestra depende de cuántas células tenga por mililitro. Si nosotros tenemos ese margen de error, no me quiero imaginar las entidades donde no se sabe quién colecta, qué formación tiene y cuántas colectas hace por año.