El Grupo de Lima se reunió ayer en Ottawa, Canadá, para debatir sobre la situación política en el país caribeño, formular una estrategia para apoyar al autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, así como abordar la crisis humanitaria y migratoria. Por el momento, descartaron la opción militar, pero pidieron a las Fuerzas Armadas venezolanas que muestren lealtad a Guaidó. Al inicio del encuentro, además, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau (foto), anunció el envío de ayuda humanitaria a Venezuela por unos 40 millones de dólares.

“Hacemos un llamado a la Fuerza Armada Nacional de Venezuela para que manifieste su lealtad al presidente encargado. Asimismo, le instamos a no impedir el ingreso y el tránsito de la ayuda humanitaria a los venezolanos”, apuntó el Grupo de Lima en su declaración conjunta al término de su reunión de emergencia. De los 14 miembros del Grupo de Lima, 11 reconocieron a Guaidó: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú. Los tres que no lo hicieron fueron México, Guyana y Santa Lucía. El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador tampoco envió representantes a la reunión en Ottawa ya que considera que la postura del Grupo de Lima no es compatible con el diálogo sobre la base de la neutralidad. También estuvieron presentes en Canadá representantes de la Unión Europea, Francia, Alemania, Holanda, Portugal, España y el Reino Unido así como Julio Borges, presidente del partido Primero Justicia de Venezuela y representante de Guaidó en el Grupo de Lima. El ministro británico para Europa y América, Alan Duncan, declaró ayer, por su parte, que el Grupo de Lima no abordó durante su reunión la posibilidad de una intervención militar en Venezuela. “No ha habido ninguna mención a una intervención militar. Estamos buscando una salida constitucional apropiada por el bien del pueblo de Venezuela”, dijo Duncan en declaraciones a periodistas. 

En la apertura del encuentro, Trudeau, había anunciado el envío de unos 40 millones de dólares en ayuda humanitaria al país caribeño. “La ayuda busca responder a las necesidades más urgentes de los venezolanos en el terreno, principalmente los más de tres millones de refugiados”, dijo el premier, al inaugurar la cumbre. “El grueso de estos fondos se destinará a socios confiables y países vecinos, para ayudarlos a apoyar a Venezuela y a los venezolanos”, agregó.