Francia se convirtió en el primer país en reaccionar ante la dura medida restrictiva de Donald Trump contra la inmigración musulmana. El canciller Jean-Marc Ayrault anunció que el gobierno de François Hollande duplicará los visados que cada año otorga a Irán.

Ayrault hizo el anuncio en Teherán junto a su par iraní, Mohamad Yavad Sharif, tras firmar acuerdos comerciales. Allí, el canciller galo consideró “inoportuna, preocupante”, la medida de Trump, que suspende por tres meses los visados a ciudadanos de Irán, Yemen, Libia, Sudán, Somalía, Siria e Irak.

“Es una gran discriminación esta medida unilateral de los Estados Unidos en nombre de la lucha contra el terrorismo", aseguró Ayrault. Agregó que “el sentido común dicta la retirada” de la orden impartida por Trump. De allí que manifestase la intención de su gobierno de "doblar rápidamente el número de visados".

Hasta el momento, los consulados franceses otorgaban unos 40 mil visados anuales en Irán y ya fueron informados de la nueva normativa.

Por su parte, el canciller iraní también estimó que la medida de Trump fue un “mal” comienzos de su gestión en la casa Blanca, negando incluso la entrada a personas que ya tenían un visado.

Otro tema de conversación entre ambos cancilleres fue el acuerdo nuclear entre Irán y las potencias occidentales, entre ellas Francia y los Estados Unidos, que Trump prometió desarmar durante su campaña presidencial.

Ayrault ratificó el “compromiso sincero de Francia” con el acuerdo, por el cual se levantaron sanciones internacionales al régimen de los ayatolás a cambio de una limitación en su programa nuclear. "Estamos en total desacuerdo con cualquier iniciativa, siempre que el acuerdo sea respetado, que conduzca a una renegociación o a su anulación", dijo el funcionario francés en apoyo del acuerdo, al tiempo que Sharif afirmó que su país “sigue comprometido” con la aplicación del acuerdo.