Ayer en Tierra del Fuego la gobernadora restringió la asistencia de empleados públicos a las distintas dependencias del Estado para la jornada laboral por la ola de calor que asoló a la provincia, y que el lunes alcanzó valores récords de temperatura, con 30,8 grados en la ciudad de Río Grande y 28 grados en Ushuaia. La gobernadora fueguina Rosana Bertone instruyó “a las dependencias de la administración pública centralizada y descentralizada para que arbitren las medidas necesarias a fin de establecer un régimen de guardias mínimas rotativas”. Voceros del gobierno explicaron que en términos administrativos “no se trata de un asueto”, ya que la planta política cumplirá funciones normalmente y las guardias “garantizarán los servicios mínimos sin afectar el normal desenvolvimiento de la actividad estatal”.
Aclararon que la medida obedece a las “temperaturas record y extraordinarias que desde el día de ayer vive la provincia y que se pronostican se mantendrán hasta hoy”. Según agregó un comunicado oficial, “las particulares condiciones edilicias de las dependencias públicas fueguinas (preparadas para ser calefaccionadas y no para enfriarse) no permiten templar los ambientes acorde a este inusual clima”.
La medida funcionó en los hechos como un asueto encubierto para que los trabajadores estatales fueguinos disfruten de una jornada atípica, en la que incluso muchos habitantes pudieron zambullirse en las aguas del canal de Beagle, que baña la costa de Ushuaia. Para ellos, el fenómeno climático quedará en la historia. Algo similar al 9 de julio de 2007, cuando nevó en Buenos Aires, un fenómeno que no se registraba desde 1918.
Tierra del Fuego se convirtió en Trending Topic en Twitter, donde hubo comentarios en consonancia con los motivos de fondo para que los empleados públicos no trabajen.
Las altas temperaturas seguirán hasta hoy, con temperaturas máximas entre 27 y 32 grados en el extremo sur de la Patagonia. El resto de la región podría llegar a un pico de 38 grados.