La textil Pampero, perteneciente al Grupo Cardón, cerró la planta ubicada en el parque industrial de Fontana, en Chaco y despidió a sus trabajadores, según contaron extraoficialmente autoridades provinciales. Había abierto en octubre de 2013 y arrastraba problemas desde hacía más de un año.

Sus 50 trabajadores sufrieron los estragos de la recesión. A fines de 2015 habían tomado la planta en reclamo por el atraso en los cobros. En ese momento llevaban tres meses sin percibir sus haberes. La situación de atraso se repitió desde septiembre último, acumulando meses sin cobrar.

Según datos del Indec, a nivel nacional ha habido una retracción del 20 por ciento en la industria textil, llegando al 45 por ciento en el hilado con algodón, cosa que afecta particularmente a Chaco.

Inaugurada en octubre de 2013, la planta había tenido una inversión inicial de 12 millones de pesos, con 80 puestos de trabajo. “Inaugurar esta planta significa seguir apostando al crecimiento industrial del país”, había dicho en ese momento Gabo Nazar, dueño y fundador de Cardón.