Animales distantes
la oscuridad no es un absoluto sino la fantasía, la oscuridad no es la fantasía sino un absoluto, la oscuridad no es el absoluto ni la fantasía, una ausencia en cada lengua ilumina y oscurece, se podría avanzar retrasado, se podría hacer temblar la letra, las frases con su sombra fuera de los bordes, sin embargo dibujo esta frágil caligrafía para quedarnos en el jardín, pisar caracoles, ser el viento en su contracción, ser discreta palabra muriendo en el oído cuando repetidas bestias en un lugar irreconocible piensan que la letra es una tormenta solar, la oscuridad y la fantasía, sus labios después del frío (de sus labios rotos este pensamiento) y así supe del hielo, layas de cortes en medio del camino, no dejo la noche, no dejo el error de la mano, pero los dientes comieron, hubiese podido decir la imagen de la flor entre las tumbas, decir y pensar cuando redujeron el esqueleto del hombre y de su boca huyó una colonia de larvas y de su bolsillo esta correspondencia que no ha sido enviada, aún se desplazan hacia la hoja hasta hoy esas palabras, la calavera en la mano no es tan ostentosa como la duda, me dirijo hacia ti, la incertidumbre decide, larvas escapan del cadáver en espera del siguiente, ningún principio alcanza para sostener el rumbo, la pregunta es tela que sujeta el mentón, el cuello y la lengua en discordia sacudiendo su espasmo, la ausencia se adelanta sobre el llanto del conocimiento más allá de la naturaleza en que se lamenta el habla y su intento hacia estas letras
No sé del fuego que se acerca
no sé del fuego que se acerca
del total oscurecimiento la nieve saca vaho del labio
entre tambos mi paso nunca termina
-¿podría el viento que nos cala las manos
decirnos qué palabras se desplazaron?-
cuando rompe el viento una hoja de papel
la hostilidad se hospeda en el poema—
Tiempo presente de atrás
no volvería al origen
solo abandono
la tierra natal
la tierra prometida
la provincia impalpable
la sabiduría de lo que conozco
mi espalda se aleja sin saber.
Lo que mece soy yo -
entonces en ese entonces
dije algo que no vuelvo a repetir
una hoja en tantos árboles nunca se aquieta
por las hojas los árboles mueven su quietud
-cómo se llaman los árboles-
toborochi puede llamarse un árbol
la gota cae en el agua
cuando parece extinguirse
la mirada reposa en el temblor.