Creadora del ciclo Biodrama en su gestión anterior en la dirección del teatro Sarmiento (2001-2009), nuevamente ahora al frente de la misma sala del Complejo Teatral de Buenos Aires, Vivi Tellas reinaugura mañana el ciclo La luz mala, ahora subtitulado Nochecitas de verano con limonada. Se trata del mismo ciclo dedicado a la poesía que, entre mayo y octubre pasados, se realizaba al mediodía, con una sopa de por medio. Esta vez, los encuentros se realizarán de jueves a domingo a las 21, conservando el mismo carácter performático y multidisciplinario. “La poesía es el centro de todas las artes”, le dice Tellas a PáginaI12, junto a Marie Gouiric, una de las anfitrionas del encuentro. “Este ciclo abre un paisaje de ecos y resonancias”, define la directora y actriz, para quien uno de los atractivos de esta serie de encuentros es “la posibilidad de arrimar al teatro otras disciplinas, como música, artes visuales, cine, danza y performance”.
Cada semana, un anfitrión presentará cuatro grupos de artistas. Entre los invitados de la primera tanda están Susy Shock y Naty Menstrual, Charo López y los colectivos Fútbol Militante y Serigrafistas Queer. “Tengo una antigua relación con la poesía”, afirma Tellas, quien desde hace años dirige el grupo Las Declamadoras. También es asidua asistente a eventos de poesía: “Me gustan todos los recitales de poesía, los buenos y los malos: la poesía me conmueve en todas sus formas porque es puro deseo. Si hay algo subterráneo que está pasando en Buenos Aires, tiene que ver con la poesía. Hay mucha energía puesta allí”, asegura.
“La abstracción poeìtica nos pone en un estado de entonación”, escribe Tellas en el programa de mano. “Se renuevan las ideas, las pasiones se encienden y toman lugares nuevos. Este encuentro nos reuìne alrededor de lo desconocido, de la sospecha, de no saber lo que estaì pasando, de lo inesperado. La expansión de la paciencia como algo sagrado.” Y cierra citando al poeta Arturo Carrera: “Todo poema es un secreto mìnimo, instantáneo”.
–¿Cómo vive esta segunda época al frente del teatro Sarmiento?
V. T.: –Cuando (Jorge) Telerman me convocó, puse como condición el trabajar con libertad. Adoro este teatro; para este lugar inventé el ciclo Biodrama, un proyecto que logró una gran expansión. En el Complejo Teatral de Buenos Aires, cada sala tiene un perfil: yo quiero que esta sala siga siendo el lugar de la investigación y el riesgo, de las ideas nuevas. Y que cuente con el presupuesto de la Ciudad.
–¿Cómo surgió La luz mala el año pasado?
V.T.: –Comenzó al mediodía porque la programación ya estaba armada y yo quería organizar algo, porque no puedo estar sin proyectos. En ese momento hacíamos un intervalo para compartir una sopa. Eso me gustaba, porque le daba al ciclo un aire de orfanato. La orfandad, creo, es algo que define a la poesía.
Marie Gouiric: –Sí, es que el poeta es medio huérfano. Es porque no hay mercado para lo que escribe, porque las grandes editoriales no publican poesía. Los poetas son como el juglar de la literatura.
–¿Por qué eligieron este nombre para el ciclo?
V.T.: –Me gustó referirme a ese mito del campo que hace referencia a luces que se ven en la oscuridad y que provocan temor. Pero se dice que, en realidad, es el efecto del reflejo de la Luna sobre los huesos. Esto tiene que ver con la poesía, que parece una cosa pero que es otra.
–¿Cuál es el rol del anfitrión?
M.G.: –Cada anfitrión elige a un grupo de poetas y performers, y ellos eligen la forma que va a tener lo que van a presentar. Porque no es solamente lectura de textos sino acciones performáticas.
V.T.: –Me gusta el armado del ciclo porque se basa en la confianza: yo tengo confianza en cada anfitrión y ellos, a su vez, la tienen en relación a los artistas que invitan.
Gouiric, ¿cuál fue su criterio de selección de los participantes?
M.G.: –Para armar el grupo de mis invitados yo pensé en los diferentes lugares donde puede haber poesía. No todos los que participan son poetas.
–¿De qué disciplinas vienen?
M.G.: –Del cine, de la performance, de la música, de la militancia...
–¿De la militancia política?
M.G.: –No, de otra militancia. Por ejemplo, hay un grupo de chicas que juega al fútbol con pasión de militantes. Se reúne en el Parque de los Andes, son el colectivo Fútbol Militante. Otros que pueden definirse también como militantes son los Serigrafistas Queer, que imprimen remeras para marchas. Ellos van a hacer una puesta en escena estampando en vivo sobre papel. Habrá cantantes, músicos, investigadores, cineastas, hasta una maestra de la Villa 31 que vendrá con dos de sus alumnos de tercer grado que escriben poesía.
V.T.: –El ciclo va a tener mucho de performático y también de testimonial, porque los invitados van a compartir con el público un conjunto de evidencias de lo que cada uno hace. La poesía es abstracción, invita al espectador a que arme su propio recorrido.
M.G: –Muchos de los que van a participar no subieron nunca a un escenario.
V.T.: –Lo bueno es que sean poetas y que cobren del presupuesto de la Ciudad.
Para anotar en la agenda
- Jueves 2, viernes 3, sábado 4 y domingo 5 a las 20: “Pensaba que había un paisaje”. Anfitriona: Marie Gouiric.
- Jueves 9, viernes 10, sábado 11 y domingo 12 a las 20: “Algunas instrucciones para desaparecer”. Anfitrión: David Nahón.
- Jueves 16, viernes 17, sábado 18 y domingo 19 a las 20: “La onda encantada” Anfitriones: Gael Policano Rossi y Malén Denis.
- Jueves 23, viernes 24, sábado 25 y domingo 26 a las 20: “Ninfoleptos. Poesía en 4 actos: can - copia - catástrofe - carnaval”. Anfitriones: Manuel Hermelo y Teresa Arijón.