El consumo per cápita de carne vacuna el mes pasado fue equivalente a 55,5 kilos anuales, lo que representa una caída del 3,8 por ciento frente al mismo período de 2018, informó ayer la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra). Por su parte, las exportaciones de carne vacuna en 2018 fueron las más elevadas de los últimos nueve años. Se vendieron al exterior 356 mil toneladas, un 81,7 por ciento más que en 2017. En diciembre se registraron exportaciones por 37.234 toneladas de carne vacuna, un 129 por ciento superior al volumen de diciembre de 2017. Ese avance se explica por el incentivo de precios por la devaluación del peso, que incrementa los ingresos de los productores en moneda local.

 El sector ganadero comparte por el lado del mercado interno la situación de crisis de demanda que enfrentan sectores manufactureros. Solamente en enero, el precio promedio en pesos de la hacienda en pie registró un importante rebote de 14,1 por ciento con relación a diciembre y el ritmo de aumento del precio promedio de los cortes vacunos en los mostradores del Gran Buenos Aires (GBA) también se reactivó en enero, informó la Ciccra.

 Al mismo tiempo, hay un fuerte incentivo para aprovechar los precios de exportación. El informe marca que “la demanda de China y Rusia y el elevado costo del dinero obligan a que los productores a vender cantidades crecientes de vacas y vaquillonas”. “La faena de hembras es alta y sólo se puede comparar a enero de 2008 y de 2009, cuando el sector transitó la peor fase de liquidación de vacas y vaquillonas de las últimas décadas”, cierra la Ciccra.