Al menos cinco personas murieron y otras continúan desaparecidas como consecuencia de un fuerte temporal de lluvia y viento que castigó a la ciudad brasileña de Río de Janeiro con ráfagas de 100 kilómetros por hora. El aguacero dejó varias zonas inundadas, provocó apagones y deslizamientos de terrenos en algunas favelas, además de generar temor entre los turistas que copan la ciudad en plena temporada alta. Las autoridades informaron que en cuatro horas cayó la lluvia esperada para todo el mes de febrero.

En la zona oeste de la capital, dos personas murieron y otras dos resultaron heridas tras derrumbarse una casa, mientras que en la Rocinha, la mayor favela de Río, se registró el tercer fallecido por un deslizamiento de tierra. Otra de las víctimas murió al ser arrastrada por un colectivo en la avenida Niemeyer y la última fue reportada en el Morro do Vidigal, también en São Conrado.

El gobernador de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, decretó tres días de duelo por los fallecidos y comentó que tardarán "más de un día para normalizar" la situación en la avenida Niemeyer. El temporal, con vientos que superaron los 100 kilómetros por hora en algunos puntos de la ciudad, causó inundaciones, apagones y deslizamientos de tierras en varios barrios de Río de Janeiro, además de la caída de más de 60 árboles.

Asimismo, continúan desaparecidas dos personas que estaban en la avenida Niemeyer, donde una parte de la ciclovía que acompaña esta importante vía carioca se derrumbó, lo que obligó a cortar la circulación de vehículos en ambos sentidos.

Esta mañana varios puntos de Río de Janeiro se encuentran en "estado de crisis" por el fuerte temporal, debido a que continúan inundados, mientras los bomberos trabajan para liberar las vías y retirar los escombros arrastrados por las lluvias.

La previsión meteorológica para hoy es de fuertes lluvias para la tarde, lo que podría causar nuevos deslizamientos de tierras, debido a que el suelo, tras el temporal de ayer, se encuentra más inestable.