El Grupo Internacional de Contacto (GIC) sobre Venezuela concluyó ayer su primera reunión en Montevideo donde acordaron sus objetivos principales: establecer las garantías necesarias para un proceso electoral y permitir la entrega de asistencia humanitaria. Bolivia se excluyó de firmar la declaración de este primer encuentro al considerar que los puntos propuestos buscan inmiscuirse en los asuntos internos del país caribeño.
El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, tras la reunión, indicó que el GIC había conversado sobre cómo colaborar para una salida pacífica de la crisis en Venezuela y establecer las garantías necesarias para un proceso electoral. “El problema venezolano se puede arreglar en la medida en que se empiece a hablar de elecciones”, dijo Nin Novoa en conferencia de prensa. El canciller, sin embargo, contradijo la propuesta alcanzada anteayer con México y los países de la Comunidad del Caribe –denominada Mecanismo de Montevideo–, que no incluye un llamado a comicios en Venezuela. “Si pedimos elecciones en tal momento estamos imponiendo condiciones que dificultan el diálogo. Son ellos (gobierno y oposición) los que deben acordar. Vamos al diálogo sin condiciones”, había explicado el miércoles el responsable de relaciones exteriores de Uruguay.
El presidente Tabaré Vazquez fue el promotor (junto con la Unión Europea) y anfitrión de la reunión a la que asistieron los cancilleres de México, Bolivia, Costa Rica y Ecuador, así como sus pares de España, Suecia, Italia y la Comunidad Europea. También participaron funcionarios de Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda y Portugal. Por el contrario, ni representantes del gobierno venezolano ni de la oposición formaron parte del encuentro.
En dicha rueda de prensa, en la que Nin Novoa estaba acompañado por la encargada de relaciones exteriores de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, se aclaró que el GIC y el Mecanismo de Montevideo no son lo mismo, razón por la que México –que estaba presente en la reunión, pero no forma parte del GIC– no firmó el documento. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, afirmó que su país no forma parte del GIC porque no puede, por mandato constitucional, apoyar la injerencia externa en otros países. El mexicano sí aclaró, sin embargo, que aboga por la comunicación entre las partes y una salida pacífica y democrática del conflicto.
En este sentido también se pronunció Bolivia, quien en un comunicado emitido tras la reunión indicó que no suscribió a la declaración final debido a que no se sentía representada por la totalidad de su contenido, aunque afirmó que seguirá colaborando en todo aquello que pueda hacer a favor de la estabilidad de Venezuela. No obstante, sí indicó que se suma al Mecanismo de Montevideo. Además de llamar al diálogo entre las partes en conflicto, el gobierno boliviano rechazó cualquier amenaza de intervención militar en el país caribeño. “Finalmente, Bolivia insta a los países que han ofrecido ayuda humanitaria y al mismo tiempo han impuesto sanciones económico financieras a Venezuela, a levantarlas para contribuir a la provisión de alimentos y otros insumos necesarios para la población”, concluyó.
La declaración del GIC indicó, además, que en la reunión se reconoció la crisis humanitaria que, dijeron, se continúa profundizando día tras día. “El Grupo expresó su compromiso de desplegar más asistencia en áreas de seguridad y coordinar su entrega en conjunto con el Representante Especial de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Sr. Eduardo Stein”, se lee. La declaración del GIC indicó, además, que para llevar adelante sus objetivos enviará a Venezuela una misión técnica.
Mogherini, en la conferencia de prensa junto a Nin Novoa, dijo que la ayuda humanitaria a Venezuela debe ser canalizada de forma imparcial y que no debe ser politizada. “Hablamos de la necesidad de tener una ayuda canalizada de forma imparcial e independiente para que la ayuda nunca se vea politizada”, afirmó la diplomática. Por su parte, el canciller uruguayo sostuvo que la llegada de esa ayuda a Venezuela es imperiosa.
La ayuda humanitaria para Venezuela fue solicitada por el jefe del Parlamento, el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, pese a la negativa del Gobierno de Nicolás Maduro, que asegura que esto puede dar paso a una invasión extranjera. Aunque aún no está claro cómo va a ingresar este apoyo a Venezuela, el Parlamento opositor ya ha informado sobre centros de acopio en la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta.