Una tragedia sacudió ayer a la ciudad de Río de Janeiro y al fútbol brasileño todo, luego de que al menos 10 personas murieron y tres resultaron heridas, una de ellos de gravedad, en un incendio desatado en la pensión de jugadores del club Flamengo, donde dormían adolescentes de las divisiones inferiores.
El cuerpo de Bomberos que acudió al incendio indicó que el siniestro se desató a las 5 hora local (cerca de las 7 de la Argentina) en el denominado “Ninho do Urubu”, donde se entrenan el conjunto carioca y las categorías inferiores. Si bien aun se desconocen las causas del siniestro, los bomberos confirmaron que las llamas afectaron gravemente el alojamiento donde dormían jugadores de entre 14 y 17 años, por lo que consideran que “todos los fallecidos podrían ser adolescentes”.
Por su parte, la Secretaría Municipal de Salud de Río afirmó que Jonathan Cruz, de 15 años, está en “estado gravísimo” y será transferido para otra unidad; en tanto Cauan Emanuel Gomes, de 14, y Francisco Diogo Bento, de 15, están internados pero “fuera de peligro”.
Los equipos de bomberos trabajaron durante dos horas para lograr controlar y extinguir el incendio y, más tarde, se abocaron a lo que se conoce como guardia de cenizas para evitar nuevos focos.
Familiares y amigos de los adolescentes que dormían en la pensión de la ciudad deportiva flamenguista acudieron de inmediato para obtener información de los chicos, y muchos se quedaron en las inmediaciones del lugar organizando un círculo de oración.
Desde el hospital de San Pablo, donde se encuentra internado, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aseguró a través de un comunicado sentirse “consternado” por lo ocurrido y se solidarizó “con el dolor de los familiares, en este momento de luto”.
También manifestaron sus condolencias a los familiares leyendas del fútbol brasileño, como Arthur Antunes Coimbra, más conocido como Zico –ex jugador de Flamengo–, quien posteó en su cuenta de Instagram una imagen negra en señal de luto con un texto que pide “que Dios conforte a los familiares que perdieron a sus hijos, nietos, hermanos, sobrinos”.
Ninho do Urubu, es considerado como uno de los centros de entrenamiento más modernos de Latinoamérica, cuenta con un módulo para el equipo profesional del Flamengo, dos campos de juego y un espacio específico para la preparación de arqueros, además de una zona para alojamientos.
En 2018 Flamengo, uno de los equipos más populares de Brasil, inauguró una nueva estructura para la primera división y dejó las instalaciones antiguas para los jugadores de las categorías base del club.