Una joven fue herida a golpes en la cabeza y en el rostro en un departamento de Palermo, y por el ataque fue detenido un médico anestesista que hace 20 días la había contratado para realizar tareas administrativas en una oficina que tenía en su vivienda, según informaron los investigadores del caso. El abogado del médico aseguró que no se trató de violencia de género. La mujer quedó desvanecida por los golpes. El hombre sufrió una torcedura de muñeca.

La golpiza se registró cerca de las 7.30, cuando a raíz de un llamado al 911 una patrulla de la seccional 23 acudió al edificio situado en Beruti 4543 alertada por vecinos sobre los gritos de auxilio de una mujer. Al llegar al sexto piso, los policías se encontraron con la mujer, desvanecida cerca del ascensor. Presentaba lesiones en el rostro y en el cuero cabelludo.

Los uniformados solicitaron una ambulancia del SAME, que cerca de las 8.10 arribó al lugar y trasladó a la víctima al hospital Rivadavia para su asistencia.

Al ser asistida, la joven, de 21 años, relató que vive en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, tras lo cual relató que había sido golpeada por el dueño del departamento, un médico anestesista de 27 años, según dijeron las fuentes consultadas.

Los efectivos ingresaron al departamento del hombre, quien se encontraba en el lugar, donde encontraron manchas de sangre y drogas, entre ellas cocaína, marihuana y varias piedras blancas de una sustancia compactada que serán analizadas, pero que los pesquisas presumen que puede ser “paco”.

Por orden judicial, el médico fue detenido y su vivienda quedó bajo consigna policial.

Según las primeras averiguaciones policiales, el médico y la joven se conocían del ámbito laboral y ella había llegado a la vivienda el día anterior.

Esta tarde, en la puerta del hospital Rivadavia, el padre de la joven, Rubén Torres, contó que su hija había sido contratada hace 17 o 20 días por el médico –que, aseguró, es anestesista “pediátrico”– para realizar unas tareas administrativas en una oficina que funcionaba en su departamento.

“Quiero aclarar que mi hija no es una chica de una noche. Este chacal hace veinte días que la contrató para trabajar. Mi hija iba tres veces por semana a su departamento a pasar planillas o algo así para que él pudiera facturar. Le pagaba siete mil pesos y el diez por ciento de lo que cobraba de eso que ella hacía”, relató el hombre.

Rubén aseguró que son “una familia de trabajo”, que no sabe si su hija consume o no drogas y que ayer no volvió a su casa a dormir porque le dijo a su mamá que “se iba a quedar a dormir en lo de la hermana”.

Tras asegurar que su hija está “inflada” por los golpes, “con los ojos cerrados y los oídos lastimados”, Rubén expresó: “Hasta el día que yo me muera le voy a soplar la nuca todos los días, no sabe con quién se metió, yo no permito que nadie se limpie las manos con mi hija”.

Por su parte, los médicos que revisaron a la víctima en el hospital determinaron que había ingerido drogas y alcohol y que presentaba golpes en la cabeza y el rostro y una herida cortante producto de los mismos. También tenía lesiones en el brazo derecho, dijeron las fuentes policiales.

En el marco del protocolo previsto para estos casos, la joven recibió asistencia de profesionales de salud mental, al tiempo que fue revisada por un médico clínico, un cirujano y un oftalmólogo, que aguardaban los resultados de una tomografía computada que se le practicó para decidir los pasos a seguir.

Por su parte, el detenido debió ser asistido en el Hospital Fernández a raíz de una luxación de la muñeca derecha, según diagnosticó la médica que lo atendió, quien dejó constancia en su informe que el paciente parecía simular un estado de narcotización.

El abogado de la familia del anestesista, Marcelo Chumbita, dijo que el médico “es un chico de excelente trato y familia”, por lo que dijo estar “muy sorprendido” por lo sucedido y tratando de establecer lo que ocurrió.

Según el abogado, “no se trata de un caso de violencia de género”. El argumento que utilizó es que “son dos adultos, ella fue a la casa por voluntad propia y tuvieron una pelea en la que los dos resultan con lesiones, ya que él tiene lesiones también”. Ninguna de las afirmaciones es contradictoria con la violencia de género. Que la mujer sea adulta no quita que sufra violencia de género. Abundan noticias al respecto sobre mujeres adultas apaleada. Que asista a la casa por voluntad propia, tampoco. La mayor parte de los casos de violencia de género son intrafamiliares. Que se trate de una pelea no significa que el hombre tenga más poder que la mujer. Y que el agresor sufra lesiones tampoco impide el marco de género: las mujeres suelen defenderse. Para el caso, la sola comparación de las lesiones quita la posibilidad de nivelar el efecto de las fuerzas de cada quien.

Finalmente, Chumbita admitió que el anestesista tenía una suspensión para ejercer su profesión en algunos hospitales, aunque no dio detalles al respecto.

A raíz del hallazgo de drogas en el departamento, interviene en la causa el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 2, a cargo de Sebastián Ramos, mientras que por las lesiones se inició una causa en el Juzgado Nacional en lo Correccional 7, de Alejandro Litvasck.

Los magistrados aguardaban los resultados de los peritajes de rigor tanto sobre la escena del hecho como de las sustancias hallada en el departamento del anestesista para poder tomarle declaración indagatoria.

En tanto, los investigadores procuraban hallar imágenes tomadas por cámaras de seguridad de la zona para establecer la hora de ingreso de la acusada al edificio y las circunstancias en las que lo hizo.