César Arce López, uno de los detenidos por el crimen del empresario español Roberto Fernández Montes el pasado 21 de enero, fue liberado por el juez de instrucción Hernán López al comprobarse que no era él quien aparecía junto al yerno de la víctima en los videos de las cámaras de seguridad del edifico de Caballito. Fuentes judiciales dijeron a este diario que no se descarta una posible participación de Arce López como encubridor del homicidio. Por otra parte, aún continua la búsqueda de Pedro Fernández Torres, prófugo e imputado como coautor del asesinato.

El juez a cargo de la causa, Hernán López, dictó ayer la falta de mérito para uno de los acusados y estableció que no existen pruebas fehacientes para que Arce López permanezca detenido implicado como coautor del homicidio. Ante el magistrado, el acusado había argumentado que el hombre que cargaba junto a Santiago Corona –yerno de la víctima e imputado por el crimen– el cuerpo del empresario español por el ascensor de un edificio no era él. Además, advirtió que él tiene tatuajes en los brazos, a diferencia de los hombres registrados por las cámaras de seguridad.

Sin embargo, la liberación de Arce López no significa que el hombre de 43 años quede por fuera de la causa. Una fuente judicial indicó a este diario que Arce López puede quedar implicado como partícipe secundario del crimen y explicó que “se comprobó un intercambio de llamadas entre (Santiago) Corona y Arce López el mismo día que asesinaron a Fernández Montes. Inclusive, el auto que usa para trabajar Arce López estuvo en el departamento de Corona”.

Por otra parte, aún no se conoce el paradero de Pedro Ramón Fernández Torres. Días atrás, el juez ordenó su captura y lo imputó como presunto coautor del homicidio, mientras que la Policía de la Ciudad allanó su casa, ubicada a 150 metros de donde apareció quemado el Suzuki Fun de la hija del empresario. La misma fuente judicial mencionó que “Fernández Torres escapó ‘con lo puesto’, muy pocas horas antes que llegue la Policía” y si bien aún no hay noticias de él, agregó que “es muy difícil que alguien sin recursos y sin contactos pueda permanecer tanto tiempo prófugo. Una vez que se lo encuentre, el caso estaría casi cerrado”.