Las intensas lluvias caídas en la zona cordillerana sur de Perú, causaron decenas de avalanchas de lodo que mataron al menos a 11 personas, dañaron cientos de casas y dejaron aislada la región por la caída de un puente en la ruta Panamericana, según informaron ayer las autoridades.
Los cuerpos de dos niños fueron recuperados tras aludes de lodo o crecidas de ríos en las regiones de Moquegua y Tacna. Uno de los pequeños murió en el poblado de Mirave, próximo a la ciudad de Tacna, fronteriza con Chile, país que también ha sufrido estragos por las lluvias, lo mismo que Bolivia.
“Mirave es un pequeño pueblo que ha sido arrasado completamente”, declaró el presidente peruano Martín Vizcarra este domingo a la televisión, tras visitar la aldea en la que todos los habitantes perdieron sus viviendas.
“Son aproximadamente 2.000 personas que vivían en Mirave” en precarias casas levantadas “en el centro de una quebrada” por donde corren las torrentosas aguas cuando caen de las montañas, agregó el mandatario.
Otro niño de 12 años falleció en el municipio Ubinas al tratar de salvar a un hermano arrastrado por el desborde del río Moquegua, en la región homónima. “Era el más estudioso y destacado de todos mis hijos. Todos sus profesores siempre me felicitaban”, dijo a periodistas su desconsolado padre, Rubén Quicos.
Vizcarra también inspeccionó los daños en las regiones de Arequipa y Moquegua, próximas a Tacna, y dijo que las 430 familias damnificadas de Mirave tendrán que “ser reubicadas” en otro lugar.
Además de arrastrar al niño de 12 años en Ubinas, el desborde del río Moquegua derribó el puente Montalvo, en el kilómetro 1.091 de la ruta Panamericana Sur, lo que dejó aisladas a las ciudades de Moquegua y Tacna del resto del país.
“Su destrucción es total y nos va a llevar al menos un mes restablecer un puente provisional”, expresó Vizcarra, quien aclaró sin embargo que el tránsito será restablecido en dos días aprovechando otro puente sobre el mismo río.
Además de los niños de Mirave y Ubinas, cinco personas perecieron en los últimos días en dos aludes en Arequipa: dos hombres y una adolescente en el poblado de Aplao y dos mineros en un socavón de Río Grande, según el balance oficial.
Estas víctimas se suman a los cuatro miembros de una familia (un padre y sus tres hijas pequeñas) que fallecieron hace 10 días al derrumbarse un cerro sobre su casa en el poblado de Suchimán, en la región de Ancash, 400 kilómetros al norte de Lima.
Las autoridades no han proporcionado un balance nacional actualizado del número de damnificados.
Los meses del verano austral son la temporada de lluvias en los Andes de Perú, Bolivia y el norte de Chile, y cada año causan avalanchas e inundaciones que, a veces, alcanzan ciudades y pueblos costeros peruanos y chilenos.
Mil soldados fueron desplegados para ayudar a los damnificados en el sur de Perú, informó el Ministerio de Defensa.
Además, el gobierno ordenó el envío de suministros de emergencia a bordo del buque de transportes “Pisco’”, que zarpará el lunes desde el puerto del Callao (vecino a Lima) rumbo al puerto de Ilo, en Moquegua.
Este buque de la Marina de Guerra peruana llevará camiones militares y vehículos anfibios, así como personal médico que puede atender pacientes en la propia nave, pues dispone de un hospital con salas de cirugía.
“Hemos visto las necesidades, muchas de las cuales están siendo atendidas; por ejemplo Indeci (el Instituto de Defensa Civil) ha llegado con cinco camiones de ayuda humanitaria, con agua, alimentos, carpas, frazadas, para repartir a los más afectados” en Aplao, dijo el ministro de Defensa, José Huerta.