Ricardo Centurión fue separado ayer del plantel de Racing por el encontronazo que tuvo con el técnico de la Academia cuando éste lo convocó para ingresar frente a River, en el Monumental, en la dura derrota 2-0 que sufrió el puntero de la Superliga, el pasado domingo. La decisión fue tomada por Eduardo Coudet con el respaldo de los directivos de la institución, entre ellos el del presidente Víctor Blanco y el del secretario técnico, Diego Milito. La sanción sería por tiempo indeterminado y estaría complementada con una multa económica, según informó Milito, quien también dijo que habló con Ricky. “El me manifestó su arrepentimiento, pero todo tiene un límite. Centurión debe entender que el club está por sobre todo”, dijo el Príncipe. El manager también manifestó que “no creo que esto afecte al grupo, que está muy unido y sabe lo que quiere”.
El futbolista, de 26 años, no se presentó ayer en el Cilindro, en el regreso a los entrenamientos, aunque sí concurrió uno de sus allegados, para interiorizarse de los pormenores de la sanción. Lo que se determinó es que Centurión deberá entrenarse junto al plantel de Reserva, dirigido por Juan Ramón Fleita.
El altercado entre Centurión y Coudet fue a los 21 minutos del segundo tiempo, con el partido 2-0 a favor del conjunto local. Cuando Ricky estaba por ingresar al campo de juego, en lugar de Renzo Saravia empujó al entrenador, quien se había acercado a dialogar antes de que se produjera el cambio. Previo al empujón, imagen que fue captada en vivo por las cámaras de televisión, Centurión había tirado la pechera al suelo en el banco de los suplentes, en un claro mensaje de disconformidad con la decisión del Chacho de hacerlo ingresar.
Centurión había tenido otros problemas como jugador de Racing. El último se dio en la revancha por los octavos de final de la pasada Copa Libertadores, cuando fue expulsado y salió de la cancha con un gesto que hacía referencia a la camiseta de Boca, por su pasado en el Xeneize. Además había tenido un inconveniente con la policía cuando pasó un semáforo en rojo, no quiso hacerse el test de alcoholemia e intentó sobornar a un agente de tránsito, en un episodio ocurrido en Lanús. También tuvo un cruce verbal y público con el presidente Víctor Blanco, quien lo había acusado de haber ingerido bebidas alcohólicas la noche previa a tener que presentarse a un entrenamiento de su equipo.