La empresa de neumáticos Fate evalúa el despido de 430 empleados como parte de un violento plan de flexibilización laboral que busca llevar a cabo en el marco de su presentación de pedido de procedimiento preventivo de crisis. La firma argumenta como problemas la presión impositiva y una caída en las ventas en los mercados interno y externo. La planta de Fate está ubicada en San Fernando, Gran Buenos Aires, cuenta con unos 1650 trabajadores y una capacidad productiva de 5 millones de neumáticos por año para abastecer a Peugeot, Renault, Volkswagen, Ford y Mercedes Benz, más el mercado de reposición. La compañía es parte del Grupo Madanes, un holding liderado por Javier Madanes Quintanilla que incluye a la productora de aluminio Aluar y a Hidroeléctrica Futaleufú.
Fate presentó ante la Secretaría de Trabajo la apertura de un procedimiento preventivo de crisis para encontrar resguardo legar al plan de ajuste que planea llevar adelante, que incluye la reducción de uno de los tres turnos de trabajo, polifuncionalidad y aumento del ritmo de trabajo. “Dentro del procedimiento preventivo se incluyen distintas opciones. Una es el despido de 430 personas. La empresa quiere reducir un turno y dejar de trabajar el fin de semana”, señaló Alejandro Crespo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna). “Creemos que la fábrica, como sucede en la producción de neumáticos, tiene un momento de baja, donde acumula mucho stock. Se aprovecha este momento de crisis para intentar modificar las condiciones de trabajo de la planta. No vamos a negociar despidos”, agregó.
La versión de Fate es que la presentación del preventivo de crisis se debe a “pérdidas millonarias durante los últimos años a raíz de causas externas e internas” por las que se requiere la “adecuación de turnos”. El secretario gremial del Sutna, Maximiliano Bronzuoli, agregó que “presentaron los últimos dos balances y dijeron que perdieron 300 millones de pesos, lo cual según la empresa hace insostenible la actual operatoria. La medida que quieren llevar adelante va a tener un impacto muy grande. Estamos tratando de hablar con los compañeros y de hacer todo lo que tenemos que hacer”. Desde el gremio adelantan que van a rechazar el pedido preventivo de crisis y buscarán ampliar la convocatoria para enfrentarse a lo que entienden como la aplicación de la reforma laboral por fábricas.