En el epígrafe de su Instagram no lo podrían dejar más claro: “Visual AIDS utiliza el arte para combatir el SIDA generando diálogo, apoyando a los artistas portadores de VIH y manteniendo un legado, porque el sida no ha terminado.” Fundada en 1988, esta institución neoyorquina es la única organización de arte contemporáneo totalmente enfocada en generar conciencia y diálogo alrededor de la realidad del VIH/SIDA. El año pasado, con motivo de su trigésimo aniversario, estrenaron el documental Alternate endings, activist risings, que podría traducirse en algo así como “Finales alternativos, activismo creciente” y da cuenta del impacto que han tenido las artes visuales en el activismo y la defensa de la comunidad de portadores de VIH en los últimos años. El largometraje consta de varios videos cortos que han sido comisionados a 6 organizaciones y/o colectivos comunitarios que han inspirado a la institución: Act up NY, Positive Women’s Network, Sero Project, The Spot, Tacoma Action Collective y Vocal NY. En estos videos comisionados las organizaciones abordan temas que cruzan varias problemáticas: violencia contra los negros, criminalización del VIH, falta de vivienda e inequidad social de los portadores en comunidades marginadas, entre otras. Lo interesante del material es que aparece en un momento de creciente interés respecto a la historización y reconocimiento del activismo contra el sida, poniendo el foco en los compromisos contemporáneos generados entre activistas, artistas y trabajadores culturales. El documental tuvo una serie de proyecciones en la sala a principios de diciembre pasado, pero ya está disponible para ver en el sitio de Visual AIDS, sin subtítulos.
Es cierto que no es lo mismo ser portador en estas tierras que nos tocó habitar que serlo bien al norte en donde este documental se rodó, pero incluso siendo distintas las problemáticas, verlo puede darnos cierto aire, cierta nueva luz para pensar en políticas locales y formas de visibilidad. Más allá de estos 30 años de festejo, el mayor atractivo del sitio es la “Artist+ Registry”, la base de datos más grande de obras de artistas portadores. Conserva un registro visual de estos trabajos, intentando hacerlos llegar a nuevas audiencias. La “Artist+ Registry” está abierta a todos los artistas portadores que quieran sumarse. Husmeando un poco en su blog vemos que están organizando una muestra para San Valentín y la activan desde ahora preguntando: “¿Sos una mujer que vive con VIH y te gustaría recibir un regalo de San Valentín hecho a mano?” Dando a entender que este colectivo ya hace 30 años intenta correr al “gran arte contemporáneo”, aunque sea un poco, del lugar a veces algo alejado de las problemáticas cotidianas que una comunidad específica puede estar atravesando.
