El dólar cerró ayer a 39,21 pesos, al marcar un incremento de 26 centavos y ubicarse en el nivel más elevado del año. La cotización del tipo de cambio mayorista se ubicó en 38,22 pesos, con un aumento de 22 centavos. De este modo la divisa volvió a ubicarse en la zona de no intervención cambiaria, lo cual no ocurría desde el 21 de enero pasado. El Banco Central aceleró en las últimas semanas las medidas para moderar la apreciación cambiaria. En lo que va del año se compraron 978 millones de dólares a través de subastas diarias en el mercado, en tanto que la tasa de interés bajó cerca de 15 puntos. La tasa de las Leliq finalizó ayer en 43,98 por ciento, cuando había sido 44,15 en la jornada previa y 53,68 a principio de mes. Las reservas internacionales finalizaron en 67.053 millones de dólares, con una suba de 31 millones.
El dólar anotó una fuerte volatilidad a lo largo de la jornada. Entró y salió de la zona de no intervención en reiteradas ocasiones. Pero en el cierre de las operaciones terminó un centavo por encima del piso de la banda cambiaria (38,21 pesos). El tipo de cambio tiene margen para subir 30 por ciento sin que el Central participe en el mercado. El techo de la zona de no intervención es de 49,48 pesos y la autoridad monetaria prometió no involucrase hasta que el dólar no alcance ese valor.
Las perspectivas respecto de si el dólar seguirá subiendo con el correr de las semanas generan análisis contrapuestos en la city. El argumento optimista es que la buena cosecha de soja y los depósitos de dólares del Tesoro son elementos suficientes para contener las expectativas de devaluación en los próximos meses y mantener tranquilo el tipo de cambio hasta mitad de año. El argumento contrario indica que el retroceso de la tasa de interés a niveles cercanos al 40 por ciento vuelve cada vez menos atractiva las colocaciones en pesos y empieza a despertar desde ahora la tendencia de los inversores de dolarizarse en años electorales.