El ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, presentó declaración ayer ante la Fiscalía acerca de las dos demandas por delitos sexuales que han sido presentadas en su contra. El ex mandatario, sin embargo, no dio declaraciones a la prensa. 

La primera denuncia judicial contra Arias, de 78 años, cayó el pasado 4 de febrero. La médica y activista por el desarme nuclear Alexandra Arce von Herold acusó al ex presidente por una presunta violación ocurrida en 2014 en la casa del Nobel cuando ella buscaba apoyo para la causa contra las armas nucleares. 

Días después, el 7 de febrero, Yasmín Morales –Miss Costa Rica en 1994– presentó una demanda por abuso sexual. Según relató Morales, en el año 2015 Arias la invitó a su casa para regalarle un libro y en el sitio la tomó de la cabeza, la acercó a su cuerpo, le tocó los pechos y le dio un beso en contra de su voluntad. La ex Miss Costa Rica también acudió ayer a la Fiscalía para ampliar su declaración. 

Arias fue condecorado con el Nobel de la Paz en 1987 por ser el artífice del Plan de Paz de Centroamérica. El galardón –mayor reconocimiento internacional recibido por un político de Costa Rica– lo catapultó como voz autorizada a nivel mundial para hablar de democracia, paz y desarme. Aparte de las dos demandas judiciales, Arias está envuelto en una serie de denuncias públicas por abusos sexuales y hostigamiento contra al menos otras cinco mujeres que han expuesto sus casos en redes sociales y medios de comunicación durante la última semana. Se trata de las periodistas Nono Antillón, Mónica Morales, Emma Daly, así como la editora de un libro de Arias, Marta Araya, y la politóloga estadounidense Carina A. Black.

Daly, periodista británica, relató que cuando se acercó al político para hacerle una pregunta en un hotel de Managua, Nicaragua, en 1990, Arias en lugar de responder le tocó los Pechos y le dijo: “No estás usando corpiño”. Daly, quien en ese tiempo se desempeñaba como periodista para el periódico costarricense en inglés The Tico Times, comentó en el reportaje publicado en el estadounidense The Washington Post que no presentó una denuncia formal contra Arias porque consideraba que para la época ese tipo de comportamientos eran comunes en América Central.

Por su parte, Antillón dijo a los medios locales que el acoso en su contra ocurrió en 1986, cuando tenía 25 años y trabajaba como asesora de prensa de Arias en la campaña hacia las elecciones presidenciales de ese año. “Estaba sentada frente a su escritorio, se me acercó, me tomó la mano y me la puso en su pene que estaba erecto. Yo lo empujé y me puse de pie y él se me lanzó. Me cogió por los hombros, me tiró contra un ropero y me empezó a toquetear”, relató Antillón al diario La Nación de Costa Rica. El caso de Arias ha provocado en Costa Rica un incremento en los movimientos de denuncia en redes sociales, con los hashtags #Metoo y #Yotecreo, y se considera como el de más alto perfil en América Latina hasta el momento.  A causa de estas denuncias el ex mandatario se apartó el jueves pasado de cualquier actividad del Partido Liberación Nacional, en el que militó por más de medio siglo.