¿Cómo es que la barba puede salvarle la vida a un hombre? ¿Cuál debería ser su situación, la de este hombre, para que tal cosa fuera posible? De seguro tendría que tratarse de una barba prominente, de modo que no le lleguen a la cara las amenazas de su medio. A la vez, el medio debería ser lo suficientemente amenazante como para que su cara estuviera en peligro: al igual que ocurre con los momentos de gran exposición (una guerra, el tiempo posterior a una separación), la de echarse o no a dormir, por ejemplo, sería una decisión de vida o muerte. O se trataría de la situación del primer barbudo, un barbudo prototípico o, mejor dicho, un protobarbudo: al fin y al cabo, el pelo cumple una función protectora, y ya se sabe la calidad de la intemperie que debieron soportar nuestros antepasados.
Y bien, según dicen los expertos, no abundan hoy en Europa los hombres lampiños porque, en algún punto de la evolución, su reproducción empezó a menguar: las mujeres los preferían barbudos. En el caso de este cuento, la mujer deberá optar: ¿el hombre que, como el primer barbudo, vive en peligro o el lampiño que le ofrece una vida razonable?