Sindicatos, organizaciones campesinas y grupos del colectivo LGBT efectuaron ayer una manifestación en el casco colonial de Quito, para rechazar las privatizaciones y el despido de empleados públicos anunciado por el Gobierno de Ecuador.
La marcha, de varios cientos de personas, recorrió varias calles del casco colonial de Quito al grito de “La concesión es privatización”, en referencia al anuncio que hiciera hace un par de semanas el consejero presidencial Santiago Cuesta sobre la posibilidad de entregar la operación de varias empresas estatales a la iniciativa privada.
Además, los sindicalistas criticaron una versión del mismo Cuesta, que circuló hoy en redes sociales, donde aparentemente amenaza a los empleados públicos con su despido si participan en acciones de protesta contra el Gobierno.
Grupos de campesinos que participaron en la manifestación también exigieron al Ejecutivo que solucione un conflicto de tierras en una hacienda productora de té en la provincia andina de Azuay, así como la derogación de un decreto gubernamental para subir el precio de las gasolinas.
El presidente de la Central Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas (Cedoc), Fernando Ibarra, dijo a Efe que esta es una primera demostración de fuerza contra la pretendida privatización de las empresas del Estado y por la defensa de la estabilidad laboral de los trabajadores públicos.
“Esta convocatoria va tomando cuerpo frente al descontento de la población con el Gobierno del presidente Lenín Moreno”, añadió Ibarra, quien acusó al ejecutivo de entregar el país al gran capital nacional”. También rechazó el “paquetazo de medias neoliberales” aplicado por Moreno y la nueva amenaza emitida por el consejero Cuesta para despedir a miles de trabajadores del sector público.
“Exigimos que se derogue el paquetazo económico y que cese la persecución contra dirigentes de organizaciones de empleados públicos”, agregó el dirigente sindical.