“Parece que hubiéramos retrocedido veinte años en doctrina de excarcelaciones y prisión preventiva”, advierte la ex jueza María Laura Garrigós de Rébori, quien interpeló públicamente a los magistrados por su silencio ante lo que considera “una avalancha horrible” de decisiones judiciales “que pone en jaque las estructura de la República”. Miembro fundadora de Justicia Legítima, Garrigós se muestra prudente ante la denuncia por extorsión contra el fiscal Carlos Stornelli y pide “dejar trabajar” al juez Alejo Ramos Padilla, a quien “va a ser difícil que le encuentren una fisura” porque “es muy buen profesional”.

–¿A qué se refiere con decisiones judiciales que ponen “en jaque las estructuras de la República”?

–A decisiones sobre excarcelaciones y prisiones preventivas que contradicen todo lo que los tribunales decían antes, como la detención de Boudou tras una sentencia que no está firme. Nadie esperaba que fueran a detenerlo porque como procesado siempre estuvo a derecho. Tampoco se justificaba el desafuero de De Vido cuando recién lo habían llamado a indagatoria. La situación es tan despareja que todo es imprevisible, y se genera por una apetencia o necesidad de quedar bien con el poder de turno. Lo mismo pasa con los desplazamientos de jueces y las presiones, como con Farah, que tuvo que dejar su lugar porque querían cubrirlo con alguien más proclive a lo que esperaban, tal el caso del doctor Bertuzzi. No hay solamente imprevisibilidad en el manejo de causas, que es gravísimo, sino también en la situación laboral de los jueces. Ahí el asunto adquiere otro cariz porque, aún para el juez que no se ve afectado, la situación genera un efecto de temor y disciplinamiento, que es lo que se busca.

–¿Qué respuesta tuvo a su interpelación para sus ex colegas?

–Ninguna, pero es suficiente con que lo haya dicho para que se sientan aludidos. Tampoco voy a lugares donde me los encuentre.

–Justicia Legítima manifestó su orgullo de contar en sus filas a Ramos Padilla, frente a los intentos de descalificarlo. ¿Cómo afecta a los integrantes de la Justicia Legítima el “macartismo feroz” que menciona el comunicado?

–Yo lo viví hasta abril pasado. Para quienes llegamos a cargos altos es difícil atacarnos porque la gente que integra Justicia Legítima en general tiene muy buena performance profesional. Ramos Padilla es muy buen juez, va a ser difícil que le encuentren una fisura en su trabajo. Podrán no están de acuerdo, pero no decir que está mal hecho. Afecta más bien en el grado social: a una jueza amiga le ocurrió de subir a un ascensor en tribunales y que dos personas se bajaran por miedo a que las vieran con ella. Estamos hablando de gente que decide sobre la vida de otros.

–¿Qué sensación le generó la difusión de la denuncia de extorsión contra Stornelli, con las pruebas que se conocen?

–Pruebas para los jueces son las incorporadas al expediente por operadores judiciales. Lo que se conocen son hechos relatados por las partes, que aportaron documentación y grabaciones a los periodistas. No dudo para nada de ellos, pero hasta que no se arme un andamiaje coherente entre toda esa maraña de aportes no puede considerarse prueba.

–¿Cómo interpreta la negativa del procurador a colaborar con el juez en la investigación sobre Stornelli?

–Yo quiero para Stornelli las mismas garantías procesales que para mí. Si en una semana se interviene una fiscalía a raíz de una denuncia de la que no se sabe nada, porque el expediente está en secreto y no se produjo ninguna imputación, ¿cuál sería la razón para hacer una intervención de la fiscalía? Va a haber tiempo para probar lo que se pretende. Pasó apenas una semana, hay que dejar trabajar al juez. (El procurador Eduardo) Casal es un funcionario de carrera que ha cumplido su cargo ante la Corte de forma ejemplar y que se aviene al reglamento a rajatabla. Un juez para hacer una investigación penal no necesita del procurador, que en todo caso podrá hacer una investigación administrativa, pero hacerla a partir de dichos periodísticos no parece razonable.