En el marco de la etapa final del juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA, el ex fiscal a cargo de aquella causa, imputado por el presunto desvío de la investigación hacia una pista falsa, José Barbaccia, brindó sus últimas declaraciones. Por su parte, el abogado de Carlos Telleldín, Víctor Stinfale, acusado del delito de peculado prefirió no hablar. Desde la asociación Memoria Activa advirtieron que el Tribunal Federal 2 “fue completamente permisivo con el imputado en cuanto a su discurso, mientras que las querellas jugaron de visitante”. “Sin ningún tipo de freno por parte de los jueces, quienes tal vez olvidaron la ley, el imputado brindó lo que pareció un alegato jugando de local, en el que se refirió a Memoria Activa muy despectivamente”, señalaron.

En el discurso ante el tribunal, Barbaccia alegó que en el juicio se demostró su inocencia respecto a su conocimiento del pago ilegal a Telleldín y explicó que los llamados que se le atribuyen a su par, el ex funcionario del Ministerio Público Fiscal Eamon Mullen, a un teléfono a nombre del agente de la SIDE Alejandro Brousson, estaban dirigidos a otro agente apodado “Pinocho”. Ese argumento fue considerado por Memoria Activa como “desacertado”, ya que, según explicaron, “si las llamadas en realidad fueron al agente ‘Pinocho’, como sostienen los ex fiscales, la acusación se acredita con más contundencia”. Además, Barbaccia sostuvo que no es “amigo del ministro”, en referencia al titular de la cartera de Justicia, Germán Garavano, denunciado por haber cambiado el alegato del Estado Nacional a último momento en defensa de los ex fiscales y aprovechó para recordar al fiscal fallecido Alberto Nisman.