Tras varias semanas de rumores acerca de su eventual renuncia, el titular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Alejandro Ceccatto, anunció ayer que pedirá una licencia de dos meses “por razones de salud”. En su reemplazo, asumirá interinamente Mirtha Flawiá, quien hasta ahora se desempeñaba como vicepresidenta de Asuntos Científicos. “Estamos frente a una crisis institucional severa que no es una contingencia imprevista, sino una concatenación de decisiones políticas”, denunció ante PáginaI12 Dora Barrancos, investigadora e integrante del directorio del organismo, luego de conocer la noticia.
“Hay una gran anomia institucional. Hace mucho tiempo que estamos en una suerte de deriva vinculada con las falencias de la conducción”, consideró Barrancos, en referencia a las irregularidades denunciadas dentro del propio Conicet desde la llegada del gobierno de Mauricio Macri. La investigadora agregó que ella misma padece “una situación de precariedad”, porque todavía no se ha designado a su sucesor, Mario Pecheny en el directorio del organismo, elegido por la comunidad científica en mayo del año pasado. Lo mismo sucede con el investigador superior especializado en biología molecular, Alberto Kornblihtt.
La crisis institucional se suma a la presupuestaria, denunciada de manera reiterada por los integrantes del directorio, los investigadores y los becarios del Conicet. En este contexto, el pasado 10 de febrero, el diputado nacional del FPV-PJ y ex titular del organismo, Roberto Salvarezza, solicitó al Poder Ejecutivo que informe las cifras destinadas a las 290 Unidades Ejecutoras (UE) que el organismo tiene en todo el país, contemplados en la Resolución 69/2019 de su directorio. Sobre esto, Salvarezza indicó que “el análisis muestra un panorama muy complicado porque, en muchos casos, el presupuesto de este año es el mismo que en 2017 e, incluso, hay casos donde el monto es de la mitad o la tercera parte que en ese año”. “Todo el organismo atraviesa una crisis institucional y presupuestaria muy grave, como consecuencia de un Gobierno que recorta sistemáticamente el financiamiento de la ciencia y la tecnología”, advirtió.
Al respecto, Barrancos agregó que “el ajuste brutal forma parte de la política del Estado actual y, en ese marco, se inscribe el ajuste adicional sobre Ciencia y Tecnología, asunto que el Gobierno considera un lujo”. “A no engañarse: no es una suma de errores, se trata de una determinación política”, sentenció la investigadora.
Por su parte, la delegada de Jóvenes Científicxs Precarizadxs –una de las organizaciones gremiales que representa a los investigadores en formación–, Lucila D’Urso, se refirió al alejamiento del titular del Conicet y expresó que “hasta hoy Ceccatto representaba una composición determinada del directorio, con la que Flawiá no parece mostrar una ruptura”. Además, describió la “situación crítica” que atraviesan los becarios y que desembocó, el último miércoles, en una movilización al Polo Científico, sede del organismo y de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, para exigir una recomposición salarial. “Antes de la movilización, que se preveía masiva, el directorio emitió un comunicado en el que resolvió pagarnos, en marzo y abril, el aumento correspondiente a la paritaria de los estatales, pero sin retroactivo”, explicó D’Urso, sobre el 10 por ciento de aumento en dos pagos, cuya primera cuota los trabajadores públicos cobraron este mes. “En el marco de la crisis presupuestaria que no es nueva, hay una decisión política por parte del directorio de ajustar en el salario de los becarios, que ya es bajo, y cuando, paradójicamente somos nosotros los que le damos la razón de ser al Conicet”, aseveró. El 26 de febrero habrá una nueva movilización al Polo Científico, en simultáneo al desarrollo de la próxima reunión del directorio, en la que las autoridades se comprometieron a tratar los reclamos de los becarios.
Informe: Sibila Gálvez Sánchez.