El Papa Francisco tomó una decisión drástica respecto del caso de Theodore McCarrick, el ex arzobispo de Washington que a mediados del año pasado renunció a su condición de cardenal ante la avalancha de denuncias en su contra por abuso sexual. El Pontífice decidió despojarlo de su estado clerical.
El Vaticano confirmó la noticia luego que la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, hallara culpable a McCarrick de violaciones al Décalogo de Comportamiento con adultos y menores, con el agravante de abuso de poder. Por decisión de Jorge Bergoglio, la sanción es “definitiva” y no habrá posibilidad de recusación.
McCarrick se encuentra en una celda desde hace seis meses en Kansas, dedicado a la oración y la penitencia que le impuso Francisco al aceptarle la renuncia. El ex cardenal ya fue informado del fallo en su contra. A partir de ahora, McCarrick, de 88 años, no podrá administrar los sacramentos, presentarse o vestir como un sacerdote ni recibir asignación económica alguna por parte de instituciones eclesiales.
Los problemas para el prelado comenzaron por la denuncia de un abuso cometido hace más de medio siglo contra un joven que entonces tenía 16 años. Las acusaciones por abuso sexual se extendieron a tres menores y varios seminaristas y jóvenes. McCarrick estuvo al frente de la diócesis de la capital norteamericana entre 2000 y 2006, cuando renunció por haber llegado a la edad límite de 75 años.
El año pasado se convirtió en el primer cardenal en perder su condición de tal en un siglo. La sentencia se produce cuando faltan pocos días para la cumbre que convocó Francisco a fin de debatir sobre la lucha contra la pedofilia, y que se desarrollará en el Vaticano entre el 21 y el 24 de febrero.